El final de año suele ser una época llena de emotividad, de luces, de colorida, de amor… y de consumismo. La navidad, reconozcámoslo, se ha convertido en una fiesta en la que cada vez se gasta más, en regalos, en comida, en adornos, en ropa… Cualquier excusa es buena para sacar la cartera y gastar como si el mundo fuera a acabarse el día 31 de diciembre. Estos gastos, sin embargo, suponen también un buen empujón para los negocios, que afrontan esta época del año como una de las más importantes a...
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