Aunque en las últimas décadas hemos avanzado muchísimo en casi todos los aspectos, desde la salud hasta la comida, incluyendo los derechos sociales,
hay ciertas cosas que hoy suponen un esfuerzo mucho mayor que antaño. Por ejemplo, el simple hecho de encontrar una vivienda en la que podamos formar una familia.
La burbuja inmobiliaria infló en nuestro país los precios de tal manera que era casi imposible acceder a una vivienda sin hipotecarse de por vida, y a veces ni siquiera así. El alquiler no está arraigado en España, y todo el mundo quiere tener una casa bonita donde poder vivir (o sobrevivir).
Sin embargo,
encontrar la vivienda perfecta se ha convertido en misión casi tan imposible como encontrar trabajo. Cuando no tienes ninguna de las dos cosas debes buscarte la vida como puedas, pero incluso cuando encuentras un buen trabajo y logras cierta estabilidad,
el acceso a la vivienda sigue siendo complicado. Por eso en los últimos tiempos se están ofertando pequeños
pisos y apartamentos de dimensiones reducidas, con precios más asequibles, que al final suelen ser la única opción a mano para muchos. Son los llamados estudios, y hoy vamos a hablar a fondo sobre ellos.
¿Qué es un estudio?
Tal vez tengas una imagen muy clara en la cabeza de lo que es un estudio y de todo lo que representa este tipo de viviendas, pero por si acaso, para definir bien el concepto, nosotros vamos a ser más específicos. Un estudio es
un piso de dimensiones reducidas (normalmente no más de 40 metros cuadrados) y que por lo general solo suele tener un par de divisiones entre sus habitaciones, la imprescindible para el baño y si acaso otra para el dormitorio. Esto se hace buscando aprovechar al máximo el espacio disponible, que como hemos especificado, suele ser ínfimo.
Básicamente,
vivir en un estudio significa tener un solo espacio de hábitat, en el cual encontraremos la cocina, algo más apartada de la zona de estar, junto a la que tendremos también
o la habitación o directamente la cama, con una separación de un biombo, una cortina o algo parecido. Vivir en un mismo espacio puede llegar a ser algo un poco claustrofóbico, y desde luego, solo apto para una persona, o como mucho, una pareja. Pero aun así,
puede ser una alternativa interesante para los más jóvenes, o aquellas personas que deseen vivir solas y no quieran o no puedan pagar una vivienda más cara.
Las ventajas de vivir en un estudio
Tal vez de primeras no nos parezca algo demasiado tentador, pero como hemos dicho,
en ocasiones es casi la única alternativa que vamos a encontrar dentro de nuestro presupuesto, sobre todo en esas grandes ciudades donde los precios siguen estando por las nubes y la opciones son compartir piso o pagarnos uno de estos pequeños estudios en algún bloque de viviendas.
También tienen sus ventajas, como vamos a ver a continuación.
Viviendas económicas
Tanto para alquilar como para comprar,
un estudio es posiblemente la vivienda más económica que podamos encontrar. Sus reducidas dimensiones hacen que salga mucho más barato que cualquier piso con varias habitaciones.
Si estamos hablando de un alquiler, la opción puede ser magnífica al menos mientras vivamos solos y encontremos algo mejor. Si es para comprar debemos pensarlo muy bien, ya que no es fácil luego vender uno de estos pisos, si nuestra situación familiar cambia, por ejemplo.
El precio es, de todos modos, la gran ventaja de estos estudios, porque son realmente económicos y asequibles.
Un solo espacio, múltiples opciones
Es cierto que
solo vamos a disponer de un espacio habitacional (con un poco de suerte serán dos, si hay dormitorio construido), pero también es verdad que podemos sacarle partido a eso convirtiendo nuestro estudio en un moderno loft que será incluso la envidia de nuestros amigos.
Si no pasamos mucho tiempo en casa no nos importará compartir todo el espacio disponible para la sala de estar y el dormitorio. Los muebles de diseño ayudan a dar un toque mucho más elegante a nuestro pequeño estudio, y bien ordenados, caben todos los que necesitaremos.
Tal vez no podamos hacer grandes fiestas aquí, pero para una sola personas será suficiente.
Fácil de limpiar y recoger
Tal vez no hablemos por todo el mundo, pero seguramente
a nadie le encanta recoger su piso o limpiarlo a conciencia todos los días, porque es un tiempo que podríamos utilizar para otra cosa.
La mayoría de estudios son alquilados por gente joven, estudiantes que buscan vivir solos, y que tampoco tienen mucho tiempo para limpiar. Recoger uno de estos pisos resulta extremadamente sencillo por el simple hecho de que no hay tanto especial y el que hay está mucho más ocupado.
Esto es otra ventaja a tener en cuenta si nos fijamos en algún estudio.
Los contras de los estudios
Igual que hemos expuesto las ventajas,
no podemos realizar un artículo realmente objetivo y completo sin mostrar también las desventajas de los estudios, porque las tienen, y en ocasiones bastante importantes. Algunas de ellas son obvias, otras no tanto, pero
a la hora de decidirnos por uno de estos pisos es mejor tenerlo todo en cuenta para no arrepentirnos posteriormente de nuestra decisión. Las desventajas de vivir en uno de estos estudios son las siguientes.
Poco espacio
Depende de cómo se mire,
lo de vivir en poco espacio puede ser una ventaja o una desventaja, pero está claro que para la mayoría será lo segundo. Si fuera por nosotros, viviríamos en una gigantesca mansión con muchas habitaciones, y no en un estudio con una sola habitación, en 30 metros cuadrados.
Hay personas que, de hecho, se sienten casi ahogadas en una vivienda así, pasando tanto tiempo en un sitio tan reducido, como si viviéramos en una habitación de hotel de forma permanente. El espacio reducido de estos estudios es, por lo general, lo primero que hace que la mayoría se echen atrás a la hora de elegirlos.
Solo para una o dos personas
Dado su reducido espacio,
un estudio no puede acoger a más de dos personas, y normalmente, siempre que estas sean pareja, para que duerman en la misma cama. Esto limita bastante las posibilidades de ir más allá en uno de estos estudios,
el propio hecho de formar una familia o de crecer como pareja se ve bastante limitado si vivimos en un sitio tan pequeño. Por eso suelen ser alquilados por estudiantes que viven solos o por parejas que acaban de independizarse. Comprar un estudio de este tipo suele ser algo más extraño, aunque hay hombres y mujeres solteras que también lo hacen.
Los olores y la suciedad
La
ausencia de puertas o estancias hace que todo el piso sea prácticamente uno solo, y cuando ensuciamos un rincón, ya sea la cocina, el baño o donde dormimos, lo normal es que la suciedad no se quede ahí, sino que se extienda a todo el piso. Lo mismo ocurre con
los olores, especialmente al cocinar. Si no tenemos una buena campana extractora en la cocina,
llenaremos todo el apartamento con el olor de lo que hemos cocinado, al no haber puertas de separación de ningún tipo.
Algunos estudios de alquiler a buenos precios
Eanuncios se ha llenado de ofertas de pisos de alquiler durante estos últimos meses, como es habitual antes de comenzar un nuevo curso tanto escolar como laboral.
Los universitarios buscan pisos en sus nuevas ciudades, y como ya hemos comentado, dadas sus limitadas posibilidades económicas, los estudios son la opción más manejable por la mayoría. Aquí algunos interesantes.
Estudio en Oviedo
Un pequeño y coqueto
estudio de
apenas 30 metros cuadrados pero muy bien aprovechados, en la zona de El Cristo, una de las más tranquilas de la capital asturiana. Por
330 euros conseguiremos una vivienda totalmente amueblada y con estilo para vivir muy cerca de las zonas más céntricas, en una ciudad que cada vez se está volviendo más cara.
Apto solo para personas independientes o parejas.
Estudio sin habitaciones en Pontevedra
Como ya habíamos expuesto antes,
muchos de estos estudios son tan reducidos que ni siquiera se pueden permitir el tener una habitación, ya que ocuparía demasiado espacio. Por eso, el mismo espacio amplio sirve como salón, cocina y dormitorio, colocando la cama en un extremo de dicho espacio. Al menos, el
piso se muestra
bien amueblado y con mucha luz, algo que siempre es una ventaja.
El alquiler sale a 320 euros, comunidad incluida.
Amplio estudio en Sevilla
La capital hispalense es otra de esas ciudades en las que es complicado encontrar un buen piso a precios razonables. Este
estudio, por
550 euros, puede parecer algo caro, pero es evidente que es
una de las mejores opciones para aquellos que busquen más independencia y no compartir habitaciones. Se encuentra cerca del centro de la ciudad y muy bien comunicado, y además,
parece algo más amplio de lo habitual en este tipo de viviendas. Una alternativa perfecta para universitarios o parejas recién independizadas, por ejemplo.