Aprender a conducir se ha convertido en uno de los ritos más importantes dentro de nuestras sociedad actual, casi un ritual iniciático que llega al final de la adolescencia, en la mayoría de casos, para permitir que los jóvenes dispongan de una mayor libertad de la que hasta ese momento tenían.
Uno de los puntos más importantes de ese aprendizaje consiste en aprenderse las marchas y saber cuando meter una u otra, según las revoluciones y la velocidad del vehículo. Es algo que cuesta un poco al principio, pero imprescindible para poder sacarse el carnet.
Y decimos bien, para sacarse el carnet, puesto
que para conducir tal vez no sea necesario utilizar las marchas. Desde hace décadas,
los vehículos con cambio automático han permitido a sus conductores mayor comodidad a la hora de llevar un coche, siempre con las dos manos en el volante, sin la necesidad de cambiar de marcha de forma manual. El propio vehículo se encarga de eso, permitiéndonos
dejar de pensar en los cambios y estar mucho más pendiente de la carretera, toda una ventaja en los tiempos que corren. Entonces, ¿por qué no tiene todo el mundo ya un coche automático?
Un capricho demasiado caro
El dinero, como siempre, tiene la culpa. Y es que
los precios de los coches automáticos son bastante más elevados que los del mismo modelo con cambio manual, algo entendible, por otra parte. Si es cierto que en muchos casos la diferencia no es demasiado grande, apenas unos 1.500 o 2.000 euros con buenas cajas de cambios, pero
no es solo el precio del vehículo que hay que tener en cuenta, sino todo el gasto que conlleva posteriormente, y que también suele ser más elevado que el de un coche convencional.
Hay gente que
no se atreve a comprarse un coche automático por miedo a olvidar cómo conducir con marchas. Y es que nunca sabes cuando vas a tener que coger el coche de un amigo, o simplemente regresar a los coches con marchas de siempre, después de unos años con uno automático. Para otros, simplemente,
el hecho de poder controlar las marchas es vital a la hora de conducir, y una vez se acostumbran a cambiarlas, se olvidan casi por completo de que están ahí y lo hacen de una forma casi automática. Para gustos los colores.
Ventajas de los coches de cambio automático
Si estás pensando en adquirir un vehículo con cambio de marchas automático, porque piensas que ganarás en comodidad,
deberías tener en cuenta también otros muchos factores que indican que tu decisión es buena, porque no se trata solo de la comodidad, sino de todo lo que puede hacer por ti este cambio automático para
facilitar tu conducción y el propio funcionamiento del coche.
Seguridad
Al no tener que cambiar de marchas en ningún momento, puedes tener las dos manos sobre el volante, lo que obviamente te permitirá conducir mejor y estar más atento a cualquier cosa que suceda en la carretera para poder reaccionar más fácilmente, evitando así posibles accidentes. También estaremos más atentos a todo lo que ocurren en la carretera, ya que podremos concentrarnos en eso sin tener que ir cambiando las marchas cada dos por tres.
La seguridad en la carretera siempre es importante y este es un factor muy a tener en cuenta.
Mejor mecánica
Al ser un elemento más moderno y evolucionado,
el cambio automático nos ofrece un engranaje mucho mejor conseguido y más seguro que el de un cambio de marchas normal. Además, el desgaste del mismo es mucho menor, dando menos problemas al duelo del coche.
Lo usual es que una caja de cambio de marchas vaya perdiendo precisión con el paso del tiempo por culpa del uso, pudiendo llegar a romperse incluso, con todo lo que eso supone.
Es mucho más complicado que eso ocurra en un coche de cambio automático.
Mucho más fáciles de conducir
Y no lo decimos solo por la comodidad que nos ofrece el hecho de no tener que estar pendiente de las marchas, sino
también para aquellas personas que tengan movilidad reducida o alguna discapacidad que les haga mucho más complicado el manejo del cambio de marchas habitual. Esto hace que los coches automáticos sean perfectos para todo tipo de personas, con
unas ventajas importantes que bien pueden sobreponerse a las desventajas que, como cualquier otro producto, también poseen.
Desventajas de comprar un coche automático
Porque no es oro todo lo que reluce, y aunque como ya hemos visto,
las ventajas de adquirir un vehículo de cambio automático son más que evidentes y seguramente muy positivas para los que estén pensando en comprarse uno, también hay que entender que este tipo de coches
no están exentos de algunos inconvenientes, por los cuales todavía no son tan populares y vendidos como los de cambio manual.
El precio
Una de las principales razones de peso para no comprar un coche automático es el precio que la mayoría de ellos tienen, que es superior al de los coches de cambio manual. Puede que para muchos valga la pena pagar ese extra, pero en muchos casos, la gente debe hacer auténticos esfuerzos para poder pagar ya de por si la letra normal de un coche de marchas, como para tener que
pagar también un extra que puede superar incluso los 2.000 euros, según el modelo y la marca que hayamos elegido.
Mantenimiento más caro
Al llevar un motor y un cambio más complejos que los coches de marchas manuales,
los automáticos también suelen ser más caros de mantener y sobre todo, a la hora de arreglarlos. Este tipo de piezas son menos comunes que las de los coches habituales, por lo que nos costará más pasar por el taller, siempre que tenga que ver con algún problema del motor o de la caja de cambios, por supuesto. Eso sí, hay que decir que, como ya apuntábamos arriba,
la caja de cambios automática no se suele desgastar tan rápido como la de cambio manual.
Control más difícil en situaciones puntuales
En ciertas ocasiones puntuales,
cuando necesitamos subir rápidamente las revoluciones para acelerar o para frenar, por ejemplo, de un tirón, la caja de cambios automática puede ser un problema ya que estamos al fin y al cabo en manos del propio coche y de su forma de cambiar las marchas, perdiendo algo de control en este sentido. Siempre podemos frenar, aunque es cierto que
el sistema de frenado sufre mucho más en este tipo de coches, al ser la única forma de ir bajando revoluciones al no poder cambiar de marchas.
Coches automáticos de segundo mano, ¿son buena idea?
Seguro que, como cuando quieres comprar un coche de marchas manuales, también te has interesado por conocer los precios de los coches automáticos de segunda mano.
En los portales de anuncios clasificados podemos encontrar una enorme variedad de ellos a precios muy por debajo de lo que marca el mercado para los coches nuevos, algo que los hace mucho más accesibles para cualquiera, teniendo en cuenta que la principal razón para no atrevernos a comprarlos era precisamente su precio. Pero por supuesto,
hay que tener en cuenta varias cosas.
Estado general del vehículo
Estos coches, por fuera, suelen ser exactamente iguales que los de cambio manual, por lo que la diferencia aquí será mínima.
Si el vehículo está en buen estado, con su carrocería en estado aceptable, con sus faros, ruedas, etc… en condiciones, compraremos de una forma mucho más segura. Lo que sí que hay que mirar mucho más es el motor y los frenos, que son los que más pueden estar desgastados.
Probaremos el coche y nos iremos haciendo a eso de no tener que cambiar las marchas, si es nuestra primera vez con un automático.
Kilometraje del coche
El kilometraje es la distancia que ese vehículo ha recorrido en todo el tiempo que lleva en la carretera.
Es evidente que a más años tenga el coche, más kilómetros tendrá encima, pero aun así, vehículos con ocho o incluso diez años pueden estar en perfectas condiciones si se han cuidado bien. Es más importante mirar el estado del motor y los frenos que el propio kilometraje en sí, porque será lo otro lo que nos pueda dar
un diagnóstico más certero de la conveniencia en si comprar o no el vehículo en cuestión.
Tipo de caja de cambios
Dentro de las cajas de cambios manuales hay también diferentes tipos adaptándose a uno u otro motor, a uno u otro modelo. Las más antiguas tienen un sistema algo menos preciso, pero son también más baratas, por lo que pueden ser una alternativa si estamos cortos de presupuestos.
Las nuevas cajas de cambio manuales tipo DGS son más modernas y precisas, aunque también son más caras y hacen que el coche consuma más combustible por su proceso. El estado de la caja de cambios es también primordial a la hora de adquirir un vehículo de este tipo, ya que es el componente que define al propio coche.