Es una de las peores pesadillas de cualquiera.
Llegar de las plácidas vacaciones, más o menos largas, que nos hemos podido permitir
y encontrar que nuestra puerta ha sido forzada, y que en el interior todo está revuelto, signo inequívoco de que alguien ha entrado en casa en nuestra ausencia. Si al disgusto de volver de vacaciones con la vista puesta en entrar a trabajar al día siguiente le sumamos el
tener que asumir que han robado en casa, el final de las vacaciones puede ser tremendamente traumático. Pero hay que saber responder a este tipo de situaciones.
Lo primero es
pensar que de una u otra forma hemos sido afortunados porque al fin y al cabo no estábamos en casa cuando han entrado a robar. Es también algo habitual ya que en muchas ocasiones, los ladrones no se atreven a entrar si saben que hay gente dentro.
De ahí la necesidad de procurar que durante los días que estemos fuera, la actividad en casa parezca la habitual, pidiendo a los vecinos que entren para encender y apagar luces o subir y bajar ventanas. Nos hemos librado de eso, pero aún así, las pérdidas pueden ser importantes.
¿Cómo enfrentarnos a esta situación?
Robos en verano, una peligrosa “tradición” que va a más
Por desgracia,
el tema de los robos veraniegos se está convirtiendo en una tradición estival más, casi a la altura de poner el Tour para dormir la siesta durante las tórridas tardes veraniegas.
A pesar de las recomendaciones que todos los años se repiten sobre cómo evitar que los ladrones elijan nuestra vivienda, en las que nos centraremos más tarde, el número de robos en pisos y chalets sigue creciendo año tras año,
incluso cuando las medidas de seguridad suelen mejorarse, desde sistemas de alarmas a puertas mucho más seguras.
La forma de robar en las viviendas también se ha modernizado, y aunque suelen ser más habituales los robos en chalets apartados, donde los ladrones tienen más opciones para salir huyendo en caso de ser detectados,
las viviendas adosadas de las urbanizaciones en ciudades y pueblos también pueden ser objeto de este tipo de hurtos. Y es que por más que tratemos de prevenir, si nos tiene que tocar nos tocará, aunque hay formas de intentar evitarlo, como vamos a comprobar a continuación.
Consejos para evitar los robos en viviendas durante las vacaciones
Siempre se dice que es mejor prevenir que curar, y en este caso desde luego
la prevención puede ser vital para evitar estos robos. Aquí os
dejamos algunos consejos interesantes que pueden ayudar mucho a la hora de evitar este tipo de situaciones tan desagradables. Seguirlos nos permitirá estar mejor preparados.
La ayuda de los vecinos es imprescindible
A no ser que vivamos apartados en el campo, lejos de los demás chalets y viviendas, siempre podemos pedirle a nuestros vecinos que cuiden un poco de casa. Desde la típica visita para regar las plantas y ventilar un poco el piso hasta la necesidad de abrir y cerrar persianas, para dar la sensación de que hay gente en la casa. Esto también se puede conseguir
encendiendo y apagando las luces de noche. Normalmente, los ladrones no entrarán en una casa en la que haya actividad habitual… o parezca que la hay.
Ocultar o dejar en otro lado los objetos de valor
Si contamos con
verdaderos objetos de valor en casa, como joyas, documentos importantes o mucho dinero en metálico, puede ser buena idea ocultarlo muy bien, meterlo en una caja fuerte si la tenemos o incluso dejárselo a cualquier familiar de confianza, para que lo cuide mientras nosotros estamos fuera. Eso
no evitará que si los ladrones quieran entrar a robar lo hagan, pero al menos nos podremos quedar con lo que es nuestro, sobre todo cuando tiene mucho valor.
Busca un buen sistema de seguridad
Las alarmas y los sistemas de seguridad tienen una doble función contra este tipo de situaciones. Por un lado pueden ser la
perfecta disuasión para los cacos, ya que muchos prefieren no jugársela al entrar en casas con este tipo de sistemas de seguridad. Y si se atreven a hacerlo, obviamente
la alarma debería funcionar correctamente y avisar en seguida tanto a la policía como a la propia empresa de seguridad, que se encargarán de pillar a los ladrones con las manos en la masa. Existen formas de eludir estos sistemas, pero desde luego
son una buena alternativa para prevenir este tipo de robos.
Cómo actuar si nos entran en casa cuando estamos fuera
A veces,
incluso siguiendo este tipo de recomendaciones que hemos expuesto anteriormente, los ladrones buscan la forma de conseguir entrar a nuestro hogar, normalmente cuando estamos fuera. A no ser que estén muy seguros de que guardamos algo tremendamente valioso en nuestra vivienda, no se atreverán a entrar si estamos dentro. Por supuesto,
nosotros no nos enteraremos hasta que volvamos a nuestro hogar y nos encontremos la puerta forzada.
En algunos casos con más violencia, en otros pasando desapercibidos,
los cacos habrán logrado su objetivo. Es el momento de hacer algo, pero, ¿cómo reaccionar ante algo así? Estos son los pasos que deberíamos seguir.
Mantener la calma
El susto inicial es comprensible y por supuesto
es natural quedarnos en shock durante el primer momento, pero debemos tratar de calmarnos, porque esos momentos iniciales pueden ser cruciales para no eliminar pruebas, por ejemplo. Si comprobamos que, efectivamente, la puerta ha sido forzada de alguna manera,
lo primero que haremos será llamar a la policía para reportarlo, y en caso de tenerla, también a nuestra empresa de seguridad. Hasta que lleguen, lo recomendable es no entrar siquiera en la vivienda, primero por si el ladrón se encuentra todavía dentro (a veces ocurre) y segundo, para
encontrarnos el lugar tal y como el intruso lo ha dejado, tal vez con alguna prueba.
Cuidado con lo que tocamos
La reacción más natural al comprobar que han entrado en casa es acudir habitación por habitación para ver lo que han podido llevarse. Dependiendo de lo “ordenado” que haya sido el intruso, podemos encontrar un caos absoluto o todo tal cual lo dejamos… salvo lo que realmente nos importa, aquello que el ladrón ha decidido llevarse.
En cualquier caso, lo mejor es no rebuscar demasiado ni volvernos locos al tocar todo lo que esté tirado por medio. Dejaremos que sean las fuerzas del orden las que se encarguen de esa misión, ya que están preparados para buscar pruebas como huellas y demás, que
pueden ser muy útiles en una investigación.
Denuncia aunque no se hayan llevado nada
Si sigues estos pasos y has llamado previamente a las fuerzas del orden,
lo más habitual es que una pareja de agentes se persone lo antes posible en tu vivienda y comience con la investigación. Por supuesto, deberás hacer una denuncia en ese mismo instante para que la investigación se pueda llevar a cabo por los cauces habituales.
Da igual si has revisado todo y no te falta nada, o si solo se han llevado algo de escaso valor. La denuncia puede ayudar a dar con el ladrón o incluso puede ser crucial si con el tiempo nos damos cuenta de que se ha llevado más cosas de las que en un primer momento habíamos contabilizado.
Denunciar siempre es la solución en estos casos.
Hacer inventario con lo robado y dañado
Si contamos con seguro en casa tal vez no debamos preocuparnos solo por lo que se hayan podido llevar, sino
también por todo aquello que se haya dañado. En muchas ocasiones los ladrones prefieren ir lo más rápido posible y destrozar cualquier objeto que se interponga entre ellos y lo que quieren conseguir, por lo que
por desgracia nos encontraremos con un montón de destrozos y objetos dañados. En el caso del seguro, tendremos que avisarles y recibir posteriormente al
perito, que será el encargado de contabilizar dichos daños.
Llamar a un cerrajero
Lo más habitual es que
los ladrones fuercen la puerta de casa para entrar, aunque en otras ocasiones también lo hacen por ventanas. En el primer caso,
lo habitual es que la cerradura de nuestra puerta principal quede totalmente destrozada, así que tendremos que recurrir a los servicios de un profesional para arreglarlo. Actualmente hay servicios de cerrajería 24 horas disponibles en casi cualquier ciudad, precisamente para atajar con la mayor rapidez posible este tipo de casos.
Aquí puedes encontrar algunos de ellos.
Proteger mejor nuestro hogar
Una vez que hayamos cumplido con los trámites anteriores, que son lo primero que debemos hacer,
nos sentaremos a analizar la situación y dependiendo de nuestras posibilidades, optaremos por proteger mejor nuestra casa. Tal vez sea el momento de adaptarla con puertas más seguras, o con un sistema de alarma más efectivo. Tal vez la próxima vez que nos vayamos de vacaciones no deberíamos colgar todo lo que hacemos en las redes sociales, poniéndoselo fácil a los ladrones.
Protegernos mejor para que no vuelva a ocurrir puede prevenirnos de más disgustos.