No hay duda de que a estas alturas,
Apple se ha convertido, por derecho propio, en una de las marcas más populares y relevantes de las últimas décadas. Abanderada de la revolución tecnológica junto a Microsoft, los de Cupertino
han tenido además ese halo especial de ser la marca exclusiva, la de la gente “cool”, algo que ya inoculó desde el principio su creador, Steve Jobs, una persona que ha alcanzado un estatus casi mesiánico entre los jóvenes de hoy en día, especialmente desde su prematuro fallecimiento, alguien a quien todos reconocen como a un genio.
Además de saber anticiparse a lo que estaba por venir,
la verdadera genialidad de Jobs vino al inculcar a su marca el atractivo de ser deseada por todos, pero ser exclusiva. No todo el mundo puede tener un producto Apple, porque suelen ser más caros de lo habitual. Y aun así, todo el mundo los quiere.
Hay gente que todavía está aprendiendo a usar su iPhone cuando ya quieren comprar la nueva versión que acaba de aparecer en el mercado, gastándose lo que haga falta para ello, porque sienten que “necesitan” ese teléfono. Con el anuncio del lanzamiento del nuevo iPhone X ha pasado lo mismo, pero, ¿de verdad vale la pena?
La estrategia del anuncio del iPhone X
Después de tantos años lanzando nuevos terminales,
Apple ya conoce perfectamente el juego y sabe cuándo y cómo tiene que presentar sus productos. Tal vez las presentaciones ya no sean tan épicas ni míticas como aquellas keynotes donde Steve Jobs hablaba de revolucionar el mundo a través de los nuevos terminales, y está claro que
el espectáculo ha quedado relegado a un segundo plano, pero cuando Apple adelanta que va a anunciar algo importante, todo el mundo sigue prestando atención.
Por eso,
el anuncio del nuevo iPhone X llega, como es habitual, después del verano, para abrir las reservas y empezar a enviar los terminales a partir de octubre, de forma escalonada, a todo el mundo.
Esto hace que se creen colas enormes para conseguirlos, lo que dota todavía de mayor exclusividad al nuevo terminal. La misma estrategia se ha llevado a cabo con sus versiones anteriores, y aunque es cierto que muchos usuarios se han quejado de la falta de terminales, o de su lenta fabricación, al final
todos han terminado cayendo bajo el influjo del teléfono de la manzana.
¿Qué es lo que ofrece el nuevo iPhone X?
Apple anunció a bombo y platillo su nuevo terminal hace aproximadamente un mes, junto al nuevo sistema operativo iOS 11, que se estrenará en el nuevo teléfono, como también viene siendo habitual en la firma norteamericana. Más allá de lo singular de su nombre, pasando de la nomenclatura arábiga a la romana y saltándose el número 9, el terminal cuenta con un montón de nuevas características interesantes… o tal vez no tantas. ¿En qué se diferencia de los demás modelos de Apple? Ahora lo vamos a descubrir.
Una pantalla con más calidad
Aunque a veces los avances se centran en otro tipo de características, Apple ha tenido a bien en este caso ofrecer un nuevo terminal con una pantalla mejor que la de su último teléfono. Este adelanto, aunque no es tan importante (ya que simplemente se cambia el sistema LED por OLED, con mayor definición de colores) sí que puede ser definitivo a la hora de subir el precio del mismo. La diferencia en cuanto a las pantallas no es tan sobresaliente como en otras características, pero si somos de los que quieren tener siempre lo mejor de lo mejor, obviamente el iPhone X será el tope de gama.
Una batería más eficiente y duradera
Parece que Apple por fin ha escuchado a sus clientes y ha decidido atender una de las más habituales peticiones de los mismos: la durabilidad de la batería. Y es que si para cualquier teléfono normal, la batería ya suele quedarse corta, las necesidades de un iPhone suelen obligarnos a llevar siempre con nosotros el cargador de emergencia, porque es casi imposible que la batería nos dure un día completo. Con la nueva batería mejorada, la cosa se pone mucho mejor, llegando a poder navegar por la red de manera continuada durante 12 horas, un tiempo considerablemente mayor que en las últimas versiones.
FaceID, el reconocimiento facial de nueva generación
La seguridad sigue siendo un punto tremendamente importante para Apple, y en su intento por seguir implementando las medidas para que nadie pueda utilizar nuestro teléfono sin nuestro propio permiso, los de Cupertino han ideado el sistema FaceID, que trabaja a través del reconocimiento facial para desbloquear el terminal. Es la misma función que hasta ahora realizaba TouchID o el detector de huellas dactilares, que aparecían en los anteriores modelos, pero que en este nuevo iPhone X desaparecen por completo.
Mejor sensor para la cámara principal
Para aquellos que solo se fijen en las características principales, las cámaras del nuevo iPhone X y de los anteriores modelos de Apple serían exactamente iguales, 12 megapíxeles en la trasera y 7 en la delantera, para tomar los mejores selfies. Sin embargo, la novedad en este nuevo terminal es que cuenta con un nuevo sensor extra tipo telefoto, agrandado hasta los f/2.4, lo que principalmente le otorga una mayor calidad en fotografías con poca luz, así como una mayor profundidad de campo. Para aquellos que busquen la máxima calidad en sus fotos, esto no debería ser pasado por alto.
El precio del iPhone X, su principal desventaja
Y llegamos al punto que más ha dado que hablar desde que se anunciara este nuevo terminal: su precio. Y es que el precio oficial para el iPhone X en nuestro país es de 1.159 euros, subiendo hasta los 1.329 euros en la versión con 256 Gb de memoria interna. ¿Es justo este precio? Desde luego, Apple coloca su nuevo buque insignia en lo más alto de todos los teléfonos “comerciales”, aquellos que se producen de forma masiva. Esos 1.159 euros de base son inalcanzables para la mayoría de usuarios, pero, ¿realmente los vale? Ya conocemos de sobra a Apple, y sabemos que una de sus más polémicas decisiones es elevar siempre el precio de sus terminales hasta cotas casi prohibitivas… Sin embargo, los usuarios se gastan lo que haga falta para disfrutar del teléfono. Por muy bueno que sea, por muchas características especiales que tenga, un terminal así no puede estar por encima de los 1.000 euros. Pero en Cupertino piensan que si la gente los va a comprar por ese precio, ¿para qué rebajarlos? De hecho, sería ir contra su propia política de exclusividad. Nosotros entendemos que un precio tan excesivo es una desventaja, pero Apple lo ha convertido en una seña de identidad, y tampoco le va muy mal así…
Alternativas económicas en modelos anteriores
Cuando nos enfrentamos a la disyuntiva de hacernos o no con el nuevo terminal de Apple, lo primero que pensamos es, precisamente, en el precio. Porque puede que sea el mejor teléfono del mundo, pero el precio sigue siendo excesivo. ¿De verdad supone un adelanto tan grande en comparación con los anteriores modelos? ¿Es tanta la diferencia como para costar cuatro veces más que el dispositivo lanzado hace solo dos años? Si lo que queremos es disfrutar de un buen iPhone sin tener que gastarnos tanto dinero, y sin importarnos que no sea el último modelo, tendremos interesantes alternativas aquí mismo.
iPhone SE de 16 Gb
Un modelo perfecto para aquellos que están hartos de los móviles de pantallas enormes, y buscan alternativas más pequeñas. Con una diagonal de tan solo 4 pulgadas, este terminal cabe en cualquier sitio y ofrece lo mejor de Apple en un tamaño reducido. No es el iPhone X, por supuesto, pero la calidad de materiales y los servicios de Apple son los mismos. Por poco menos de 500 euros puede ser tuyo.
Apple 5S de 16 Gb
Otro interesante modelo, algo más antiguo, pero igualmente bien servido si lo que buscamos es un móvil de Apple a un precio asequible. Por 360 euros tendremos un terminal completamente funcional y con 16 Gb de memoria interna, que tal vez pueda parecer poco, pero que da mucho de sí. La única pega es, precisamente, el tiempo que tiene el móvil, aunque sea nuevo, es fabricado en 2013 y Apple está dejando ya atrás a estos terminales en algunas actualizaciones.
iPhone 6 de 64 Gb segunda mano
Un terminal que tiene algunos rasguños y marcas, pero cuya funcionalidad es perfecta ya que ha sido revisado y viene con un año de garantía. Este teléfono supuso un gran adelanto para Apple hace un par de años, ya que ofrece alternativas diferentes a los anteriores y se acerca más a lo que la firma quería conseguir con estos nuevos modelos. Por 380 euros puedes tenerlo de segunda mano, con mucha memoria interna y con todas las capacidades que buscabas en un terminal de Apple, sin tener que hipotecarte para hacerte con él.