Mucha gente en nuestros días se ha apropiado de aquella expresión tan antigua que aludía a
mens sana in corpore sano, es decir, una mente sana estará solo dentro de un cuerpo igualmente sano. Solo que en la actualidad, el culto al cuerpo y el fanatismo superficial ha creado
una sociedad que primero se preocupa por mostrar unas curvas perfectos o unos abdominales increíbles, y luego ya llenará el cerebro (o no) para mantener la mente sana. Hemos pasado del culto a la inteligencia al culto al cuerpo de una manera extrema.
Mantener nuestra mente en forma es tan importante como hacerlo con nuestro cuerpo, ni más ni menos. Tampoco debemos dejar de hacer deporte, o faltar al gimnasio durante semanas enteras, para leernos las obras completas de Tolstoi.
En la vida, el equilibrio es la mejor alternativa, y aunque a veces resulta complicado encontrarlo, hemos de pelear por ello. El deporte también es sano para la propia mente, por supuesto, pero hay actividades que nos harán mejorar nuestra memoria, llevar más allá nuestros conocimientos y expandir incluso nuestra inteligencia. Y
el ajedrez es una de las mejores alternativas para todo ello… además de ser también un deporte.
El deporte ideal para los menos deportistas
Cierto es que todavía
hay mucha discusión sobre si considerar al ajedrez un deporte o un simple juego, aunque parece que con federaciones nacionales e internacionales muy en boga, el ajedrez es un juego de competición como cualquier otro, solo que
en lugar de medir nuestra fuerza o velocidad, se mide nuestra inteligencia, nuestra anticipación, nuestra forma de ver las cosas. Es por ello un deporte ideal para aquellas personas que, por una u otra razón, no son muy amigas de salir a correr o sacarse el bono del gimnasio.
Evidentemente,
para jugar al ajedrez no necesitamos estar en forma físicamente, ya que cualquiera puede sentarse delante de un tablero y mover fichas. Eso sí, nuestra mente sí que debe estar bien en forma para poder jugar en condiciones, ver las jugadas, anticiparnos a los movimientos de nuestro rival y poder salir victoriosos en cada partida.
Está claro que todo ello se va consiguiendo con la práctica, como en cualquier otra disciplina, ya que al principio tendremos que aprender las nociones básicas del juego. Parecen complicadas para un novato, pero en dos o tres partidas se pueden llegar a dominar, y lanzarnos al fascinante mundo del ajedrez de lleno.
Cómo empezar a jugar al ajedrez
El ajedrez es un juego de una complejidad mayor que otros muchos a los que estamos acostumbrados a jugar en casa. No tiene nada que ver con la mayoría de juegos de cartas, que suelen ser más simples, y por supuesto, tampoco con los juegos de dados y la mayoría de juegos de mesa, como el parchís o la oca.
Con treinta y dos piezas (dieciséis por jugador) en un tablero de sesenta y cuatro casillas, el ajedrez se asemeja más a una auténtica guerra en la que cada movimiento nos puede acercar a la victoria o a la derrota. Si no has jugado nunca, hay muchas formas de aprender.
Dando clases con profesores
El nivel es lo de menos. En cada ciudad, en cada pueblo incluso, hay gente que sabe jugar al ajedrez.
Da igual si son profesores a tiempo completo de este juego o simplemente aficionados con buen nivel. Siempre podrán enseñarnos muchas cosas. Ya sea en clases privadas o también en cursos que se den por parte del ayuntamiento, incluso en escuelas deportivas,
seguro que encontrarás a alguien que te de buenas clases de ajedrez cerca de ti. En los portales de anuncios clasificados existe una gran oferta de todo tipo de clases, y el ajedrez también está representado en ello.
A través de libros y guías
El ajedrez es un juego que se ha mantenido intacto desde hace cientos de años, con unas reglas muy marcadas y estrictas que no han cambiado, así que
las mismas guías y libros que utilizaron los grandes maestros en sus comienzos te pueden servir a ti para iniciarte. Existen multitud de libros para aprender a jugar al ajedrez de una manera eficaz,
no solo enseñándote las nociones básicas, sino buscando ya convertirte en un buen jugador. Las guías también son muy útiles, puesto que suelen venir con muchos ejemplos reales de partidas.
Desaprovechar una herramienta tan espectacular como Internet en nuestros días es casi un sacrilegio.
En la red no solo encontrarás todas esas guías y libros que hemos comentado antes, sino también cursos audiovisuales donde podrás entender mucho mejor las jugadas que te proponen. De hecho, hay algunos profesores de ajedrez que incluso están dispuestos a dar clases de este juego a través de Skype, para que no tengas que moverte de casa.
También puedes practicar en las muchas páginas que ofrecen ajedrez virtual, tanto contra inteligencia artificial como contra rivales humanos.
Las razones por las que todo el mundo debería jugar al ajedrez
Da igual la edad que tengas, tu nivel cultural o tu sexo, tu religión o tus gustos musicales.
El ajedrez es una alternativa perfecta para cualquiera que desee mejorar su memoria, su inteligencia, mantener activo su cerebro y aprender incluso estrategias para la propia vida. Multitud de estudios resaltan sus beneficios para nuestra mente, y en algunos países se ha convertido incluso en materia obligatoria en los colegios.
Aquí las razones por las que todo el mundo debería jugar.
Puede hacernos más inteligentes
Muchos estudios realizados por prestigiosas universidades han demostrado en los últimos tiempos que
jugar al ajedrez de forma continua durante varios años puede hacernos más inteligentes, en el sentido de elevar incluso nuestro cociente intelectual. Al ser un juego en el que se necesita visión, lógica y sobre todo, mucha paciencia y concentración, aprender a jugar al ajedrez y convertirlo en nuestro hobby favorito
será un entrenamiento perfecto para nuestro cerebro, como ya estás pudiendo comprobar.
Ejercita nuestra memoria
Cuando ya alcanzas cierto nivel como jugador de ajedrez tienes en tu cerebro guardadas un montón de jugadas alternativas para poder desarrollar tu estrategia según como vaya la partida. Está claro que
para eso se necesita mucha memoria, y es por ello que el ajedrez se ha convertido en una fórmula perfecta para ejercitarla, con el beneficio, por ejemplo, de prevenir el alzheimer. Son muchos los casos de personas mayores que retoman su afición al ajedrez o incluso aprenden a jugar a edades ya avanzadas, como
método para luchar contra esa pérdida de memoria paulatina que viene dada por el deterioro mismo del cerebro.
Nos ayuda a concentrarnos y focalizar nuestra atención
Si hay algo importante en el ajedrez, casi más incluso que ser bueno preparando jugadas o estrategias, es
estar cien por cien concentrado cuando se juega. Muchos dicen que las partidas de ajedrez siempre las pierde un jugador, y solo así el otro las puede ganar, porque
en la mayoría de casos, las victorias vienen dadas por fallos por parte de uno de los dos contendientes. Focalizar toda nuestra atención en el tablero es una buena fórmula de evitar esos fallos, y con la práctica,
esto nos servirá también para concentrarnos mucho mejor en cualquier parcela de nuestra vida.
Fomenta la creatividad a la hora de resolver problemas
En la vida nos tenemos que enfrentar siempre a diferentes situaciones problemáticas que requieren de nosotros una resolución lo más satisfactoria posible. De ahí que cuando jugamos al ajedrez estamos imitando también a la vida, y
la práctica de este juego nos ayudará a desarrollar nuestra inteligencia y nuestra creatividad en lo que a resolución de problemas se refiere, desde muchos puntos de vista. Una persona que sabe jugar bien al ajedrez aguantará mejor la presión ante cualquier problema y buscará maneras originales y solventes de solucionarlo.
Un tablero es suficiente para empezar a jugar
Otra de las ventajas del ajedrez es que es un juego/deporte de interior, que se puede jugar en cualquier momento, para lo que solo necesitaremos un tablero y las treinta y dos fichas necesarias para el juego. Podemos también jugar online, por supuesto, pero lo cierto es que
el poder tocar las piezas, el enfrentarnos físicamente a nuestros contrincantes, siempre es mucho más especial y le dará un toque más competitivo a nuestras partidas.
Por eso solo necesitamos comprar un juego de ajedrez, conformado por el tablero y las fichas. Los hay muy baratos en cualquier tienda, o también muy caros, auténticas piezas de coleccionista que alcanzan miles de euros.
En los portales de anuncios seguramente encuentres algunos juegos bonitos y bien preparados a precios razonables. También encontrarás
los grandiosos tableros digitales, con los que podrás jugar al ajedrez en cualquier momento, sin necesidad siquiera de un contrincante, porque el tablero viene con un ordenador que se enfrentará a ti, pudiendo elegir el nivel de dificultad.
Como ya has comprobado,
el ajedrez es una de las mejores alternativas que podemos encontrar para desarrollar nuestra memoria e inteligencia, un juego magnífico que no debería faltar ni en las casas ni en las escuelas.