Después de la época navideña los contenedores de basura de todo el país se ven repletos de productos que el año anterior habían sido los auténticos protagonistas. Cocinas infantiles, muñecas y juguetes de todo tipo suelen ser los objetos que más se suelen tirar a la basura en los primeros meses de cada año.
Lo más triste de todo es que los juguetes están prácticamente nuevos y, el hecho de que se vendan, se debe únicamente a que el niño/a propietario de los mismos simplemente se ha cansado de ellos y sus padres han decidido tirarlos para ahorrar algo de espacio en casa.
La evidencia de que esto es así la encontramos en el hecho de que dichos juguetes no se tiran dentro del contenedor junto a toneladas de bolsas de verdadera basura, sino que se ponen a un lado o muy cerca de la misma, con la intención y la esperanza de que cualquier otra persona pueda reutilizarlas.
No obstante los padres y madres de niños pequeños no son los únicos que ponen esto en práctica. Estamos acostumbrados a ver todo tipo de objetos esperar que alguien les adopte en los aledaños de cualquier contenedor: Bicicletas, lavadoras, ropa, muebles, la lista es interminable…
¿Quiere decir eso que todo lo que tiramos tiene valor? Lógicamente no, sin embargo nos sorprendería saber cuánto estarían dispuesto a pagar otros usuarios por un producto por el que nosotros no daríamos nada en absoluto.
Tus viejos muebles pueden ser una fuente de ingresos inesperada. La calidad de la madera, los acabados y las grandes posibilidades de recuperación, hacen que siempre sea mejor intentar su venta antes que llevarlos a un punto limpio. Puede que no te den demasiado por dicho mueble, pero en cualquier caso te darán mucho más de lo que obtendrías reciclándolo.
Así pues si comenzamos a sumar las pequeñas cantidades que recibiríamos por vender cada uno de los artículos que tiramos, nos encontramos con que, de manera indirecta, estamos tirando decenas e incluso cientos de euros a la basura.
Por todo ello sólo queda preguntarse ¿Vendes o reciclas? Desde luego tu bolsillo lo tiene claro.