Los padres y madres de niños en edad escolar sabrán por experiencia propia que la educación de sus hijos no es precisamente barata pues, aunque pertenezcan a un colegio público existen múltiples gastos asociados a ella.
Mochilas, uniformes, excursiones varias, material escolar, libros de texto..., el listado de gastos es muy extenso y no todos los padres están en condiciones de invertir cada año unas sumas tan elevadas en dicho concepto.
Es por ello que, a partir de la crisis económica mundial -que azotó nuestro país hasta hace bien poco- se empezó a utilizar cada vez con mayor frecuencia la re-utilización de libros aprovechando la costumbre de los centros escolares de mantener los mismos libros durante al menos cuatro años y reduciendo dicho periodo de tiempo sólo en circunstancias verdaderamente excepcionales.
Así pues, en portales de anuncios clasificados como eAnuncios.com, podemos encontrar entre otros muchísimos libros de texto, un libro de francés de 1º de Bachillerato a un precio de 10 euros, un precio excepcional si tenemos en cuenta que comprar exactamente ese libro en una librería convencional puede rondar perfectamente los 35 euros (más del triple).
El ahorro por tanto es evidente pero, la cosa no acaba ahí, pues al año siguiente podría repetirse la estrategia y vender el libro -una vez más- en páginas de anuncios clasificados, recuperando de esta manera gran parte de lo invertido y logrando que la educación de los niños pueda salir prácticamente gratis al menos, en este aspecto.
El único punto negativo de la compra-venta de libros de texto puede estar en el uso que le haya podido dar su anterior propietario. Rayones, hojas rotas, ejercicios prácticos ya resueltos, son algunos de los inconvenientes de comprar libros de texto ya usados. Sin embargo, existen otros muchos alumnos que han dado un uso verdaderamente delicado a sus libros e incluso, hay niños que ni tan siquiera han llegado a abrirlo en todo el año -por mucho que les pese a sus padres.
Del estado de conservación del libro dependerá en gran medida el precio final que le pongamos al libro, aunque habrá que tener en cuenta que su precio original por muy cuidado que éste esté, nunca podrá superar la mitad de su valor pues, en tal caso, siempre saldrá más rentable comprarlo nuevo.