Desde que el ser humano se plantó en este planeta ha sido un animal errante.
Antes se viajaba por necesidad, para encontrar un lugar nuevo en el que asentar la tribu o en el que poder desarrollar mejor las habilidades que los más aventajados. En la actualidad,
el ser humano es un animal sedentario que viaja la mayor parte de las veces por placer, para conocer mundo, encerrado como está en su burbuja de cristal por la que solo se le permite mirar por la distorsionada ventana de la televisión o de Internet.
Para la gran mayoría,
los viajes suponen una válvula de escape a la rutina, una forma de dejar atrás todo lo que conocemos para conocer cosas nuevas. Visitamos museos, aprovechamos para hacernos fotos en los principales monumentos, para decirles luego a nuestros amigos que hemos estado allí, aunque no conozcamos del todo la historia de esos lugares.
Los viajes consisten hoy en día visitar muchos sitios diferentes y estar en ellos el tiempo para hacernos la foto de rigor. Aunque también hay otros muchos que deciden sumergirse de lleno en la cultura de un país, visitando no solo las capitales importantes, sino también el verdadero corazón de esos territorios.
La maleta, nuestra compañera inseparable de viaje
Vayamos donde vayamos,
lo más seguro es que tengamos que llevar con nosotros equipaje. Y aunque todavía hay muchos jóvenes que se resisten a abandonar la vía mochilera del turista, la gran mayoría optan por
meter todo lo que pueden en una maleta que estará llena a reventar, pero que será lo suficientemente grande como para que quepa todo lo que necesitamos, y lo suficientemente pequeña y liviana como para permitirnos llevarla en el avión. Las aerolíneas se han vuelto muy intransigentes en este sentido, amenazando con multas desaforadas si excedemos el peso en nuestro equipaje o éste ocupa más espacio del que debe.
Por eso es tan importante
elegir bien la maleta que nos vamos a llevar de viaje, para que no solo nos quepa todo, sino que también encaje con las exigencias de las aerolíneas. Cada compañía tiene las suyas, pero por lo general, todas permiten llevar
al menos un equipaje de mano en cabina, de manera gratuita, ya sea un bolso, una mochila o una maleta pequeña, siempre que no exceda las dimensiones que recomiendan. A continuación veremos cómo acertar a la hora de elegir nuestra maleta.
Las reglas de oro para escoger nuestro equipaje
Compraremos nuestras maletas pensando en montarlas en el avión, porque muchos de los viajes que haremos serán a través de este medio de transporte. Por ello
deberemos prestar especial atención a la necesidad de ceñirnos a unas medidas concretas en lo que a estas maletas se refiere, a un peso, etc… Estos son los detalles a tener en cuenta a la hora de elegir una buena maleta para viajar en avión.
Peso
Si cogemos
una maleta que sea muy pesada no podremos llenarla con tantas cosas a la hora de hacer el equipaje, ya que el peso de la propia maleta también contará. Normalmente se exigen maletas llenas de
hasta 10 kilos para el equipaje en cabina, y hasta 20 kilos en el equipaje facturado, que irá en bodega. Cuando más liviana sea la maleta mejor, aunque eso también significará que los materiales son menos fuertes, lo que puede ser contraproducente si solemos viajar con cosas frágiles que puedan romperse.
Material
Existen dos categorías principales de maletas,
las blandas y las rígidas. Las primeras nos permiten una
mayor comodidad para aprovechar al máximo el especio de su interior, colocando las cosas a nuestro antojo, aunque también protege menos, ya que sus materiales, generalmente telas, son menos fuertes.
Las rígidas, por su parte, nos ofrecen un espacio concreto y ese es el que hay, por más que intentemos apretarlas o cerrarlas cuando están demasiado llenas.
Están hechas de materiales más resistentes y duros, perfectas para cuando llevamos cosas más frágiles.
Dimensiones
Es seguramente
el concepto más importante a tener en cuenta a la hora de comprar una maleta, puesto que si nos equivocamos con sus medidas nos veremos obligados a dejarlas en casa o a pagar un extra en cada vuelo. Las medidas para el equipaje de mano, el más restrictivo, cambian según la aerolínea, aunque por lo general suelen estar entre los
55x40x20 cms, que son las medidas más habituales en aerolíneas como Vueling, Ryanair o Easyjet. Las maletas grandes de viaje, al ir en la bodega, no suelen tener tantas restricciones de medidas, aunque tampoco abusaremos demasiado pues podemos ser obligados a pagar cargos extra.
Los fabricantes se adaptan
Gracias
al éxito de las compañías lowcost, que han ido imponiendo sus propias reglas en los últimos tiempos, los fabricantes también han tenido que sucumbir ante las propuestas de estas aerolíneas en cuanto a las medidas de los equipajes de mano. Por ello,
de un tiempo a esta parte, los fabricantes ya suelen hacer las maletas de mano con las medidas estándar del sector para que ninguna se quede fuera del avión, cumpliendo a rajatabla con las reglas de las principales compañías.
Normalmente,
las maletas más pequeñas son precisamente las que sirven como equipaje de mano, con una altura no mayor a 55 cms. A partir de ahí, los fabricantes lanzan diferentes modelos, con diferentes medidas, alcanzando algunos casi el metro de altura, para las maletas más grandes. Si lo que buscamos es equipaje de mano lo tenemos fácil, porque solo hay un tamaño.
Para las maletas más grandes, debemos ser conscientes de todo lo que cabe en una maleta de 75 cms, por ejemplo, que ya es un tamaño considerable. A más capacidad, mayor precio, así que buscaremos el equilibrio.
Las mejores opciones en relación calidad-precio
El mercado está atestado de marcas que fabrican maletas de todo tipo, gracias al boom que ha supuesto el poder viajar en aviones con tarifas lowcost. Hoy en día
todo el mundo realiza al menos un viaje al año en avión, así que tener una maleta (o un par de ellas) se hace más necesario que nunca. Nosotros vamos a destacar las que a nuestro juicio son las mejores opciones en relación calidad-precio.
Anter Doulite
Una maleta de
material híbrido, flexible pero resistente, con buena capacidad y una seguridad total en cuanto a sus cremalleras. Adaptada a la normativa internacional, es una de las más cómodas de llevar, ya que además de contar con las ruedas indispensables en este tipo de equipaje
tiene también un par de pernos para cogerla de una manera cómoda y llevarla como una maleta normal en la mano.
Su precio supera por poco los 120 euros.
Carlton Titanium DXL
Un mismo diseño para tres tamaños diferentes, desde el equipaje de mano hasta una gran maleta para llenarla con todo lo que necesitas. Adaptada a las medidas estándar y con una robustez bastante interesante para el material que lleva, tiene también varios bolsillos y la opción de extenderla por su parte delantera (o arriba si la tumbamos) para tener mayor capacidad y que no se nos quede nada fuera.
Una maleta que solo puede encontrarse en internet, por unos 130 euros.
Samsonite Cosmolite
Toda una gama de espectaculares maletas que podemos encontrar en todos los tamaños, perfectas para cualquier tipo de viaje y por supuesto, también para el avión. Son muy duras, rígidas y con un sistema de seguridad innovador para evitar posibles robos. Sus cuatro ruedas aportan mucha estabilidad y pueden ser también llevadas en la mano gracias a su asa.
Son las más caras, pero también es cierto que Samsonite ofrece una garantía mucho mayor que otras marcas, y es una firma reconocida. Los precios comienzan
a partir de 300 euros por la maleta de mano.
Encontrar estás maletas más económicas
Estas alternativas te pueden parecer algo caras, pero es cierto que hemos buscado solo tres opciones, de las muchas que hay, las que a nuestro juicio nos parecen más destacadas en cuanto a su relación calidad-precio, por la calidad de los materiales, la fama de la propia marca, etc… Puedes también optar por comprar tus maletas en una tienda especializada, en las que se suelen conseguir mejores precios, o
esperar a temporada de rebajas para hacerte con una de ellas a un precio menor… o también puedes optar por las de segunda mano.
Hay mucha gente que ha decidido vender sus maletas porque no viaja tanto como pensaba y suponen una ocupación de espacio demasiado importante para ellos.
En los portales de anuncios clasificados podemos encontrar numerosas maletas de segunda mano, en un estado más que aceptable, y a precios muy por debajo de los expuestos anteriormente para cualquier bolsillo. Esta alternativa, por supuesto, tiene el detrimento de tener que utilizar algo que ya ha sido utilizado y que no está nuevo, como es obvio. Sin embargo,
la rebaja en el precio puede suplir esas carencias, para que podamos aprovechar al máximo nuestro presupuesto y conseguir la maleta perfecta para nosotros por mucho menos de lo que nos saldría totalmente nueva.