Una de las principales razones que hacen dudar a muchas personas a la hora de
comprar un artículo de segunda mano, ya sea un rastrillo o a través de Internet, es la falta de garantía por parte del vendedor, en la mayoría de los casos. Y es que estos artículos usados suelen haber cumplido ya el
típico plazo que cubre su garantía (entre 2 y 5 años, dependiendo del producto), y son revendidos en un buen estado o con un uso perfecto, pero sin garantías de que eso vaya a durar un tiempo.
Sin embargo, lo que muchos consumidores desconocen es que
cualquier tipo de intercambio, incluso estos de segunda mano y objetos usados, lleva implícita una garantía de dos años para el producto (si finalmente se acuerda con el vendedor, dando a entender que el producto no está en sus mejores condiciones de uso y con una rebaja equivalente en el precio). En la mayoría de casos estos conceptos
no se tienen en cuenta en la compraventa entre particulares, pero son tremendamente importantes para evitar estafas o posibles malas compras. A lo largo de este artículo explicaremos un poco más a fondo todo lo relacionado con este tema.
Dos años de garantía para cualquier producto
Según establece la última
Ley de Bienes, cualquier artículo que se adquiera, ya sea nuevo, reacondicionado o de segunda mano, contará con una garantía de dos años, a menos que al ser de segunda mano, se llegue a un
acuerdo con el vendedor para rebajar ese plazo a cambio de una rebaja también en el precio del producto. Como mínimo,
la garantía será de al menos un año, tiempo durante el cual el comprador puede exigir al vendedor la reparación del producto en caso de que éste falle.
Esta ley está vigente en intercambios entre un particular y una empresa, con
factura que acredite la compra de por medio. Se pedirá también una garantía extra sellada por el comprador en caso de que no haya ningún documento explícito incluido en el trato. Esto
será indispensable para cualquier tipo de reclamación. El vendedor está obligado por ley a ofrecer esta garantía a cualquier comprador, en cualquiera de sus productos, para mantener un nivel óptimo de satisfacción en los clientes. Sin embargo, esto solo
ocurre entre empresa y particular, no entre particulares, donde la situación cambia.
Legislación del código civil para compraventa entre particulares
Aunque son muchas las tiendas y empresas que se dedican a vender artículos de segunda mano, especialmente en locales especializados para ello o también a través de Internet, lo cierto es que en los portales de anuncios lo que más se encuentra son
objetos usados que son vendidos por particulares, en mejor o peor estado. Hay que señalar que la legislación anteriormente explicada no atañe a estos tratos entre particulares, que forman parte del código civil, donde esta
explicito que el comprador tendrá seis meses de plazo para llevar a cabo cualquier reclamación correspondiente al producto que ha adquirido.
No se trata, por tanto, de una garantía total en sí misma, sino simplemente de un
plazo pertinente durante el cual se pueden llevar a cabo reclamaciones, siempre ante un tribunal, por parte del comprador frente a un vendedor, por algún problema del producto adquirido. Al ser normalmente productos de poca cuantía, la mayoría de los clientes no suelen entrar en este tipo de reclamaciones ya que
podrían hacerles perder más tiempo y dinero del que ganarían en caso de obtener la razón mediante un tribunal. Sin embargo, esto sí es importante en casos particulares.
Garantía de coches usados en venta entre particularesEl caso de los
coches puede ser paradigmático en este sentido, porque la cantidad que se suele dar por ellos sí que es suficientemente grande como para entrar en tema de juicios si es necesario, por algún defecto en el mismo. La garantía, sin embargo, será la misma que para cualquier otro producto, con seis meses de plazo. Más teniendo en cuenta que un vehículo se puede probar antes de comprarlo y
tenemos formas de conocer que su funcionamiento es correcto, por ejemplo, a través de las revisiones anuales como la ITV.
Por eso debemos tener muy claro que
el coche que compremos es tal y como nosotros lo queremos, que no tiene desperfectos que puedan dar la cara a las pocas semanas, como el motor, la electrónica, etc… En caso de que alguno de estos fallos se dé, tendremos además que
demostrar que el coche ya estaba así cuando lo adquirimos, y que esos desperfectos no han sido causados por el uso que nosotros mismos hayamos dado al coche durante esas semanas. Algo que puede ser bastante complicado, en muchos casos, por lo que conviene estar muy seguro de la compra que realizamos.
¿Qué incluye la garantía de un producto de segunda mano?
Cuando hablamos de
garantía, siempre lo estamos haciendo de un
seguro que el vendedor o el fabricante ofrece al usuario final mediante el cual se hacen cargo de cualquier desperfecto o fallo que el producto pueda tener en un periodo determinado. Por ejemplo, si compramos un ordenador nuevo y a los quince meses deja de funcionar por un fallo de hardware, el fabricante o el vendedor estarán obligados a arreglarnos sin coste alguno ese producto, o incluso a
cambiarlo por otro totalmente nuevo, si se da el caso.
Esa es una de las diferencias más importantes de los productos nuevos con respecto a los de segunda mano en el sentido de la garantía. Y es que la
venta de estos productos usados, ya sea a través de una empresa o entre particulares, jamás estípula el derecho del consumidor final a conseguir un nuevo producto igual que el adquirido en caso de que este falle. Eso solo se da en los productos nuevos, y también
depende en muchas ocasiones de la propia garantía que cada producto traiga consigo.
La
garantía de cualquier producto de segunda mano incluye, por tanto:
- Reclamación de arreglo por mal funcionamiento del producto durante al menos un año desde su compra, plazo que podría aumentar a dos años en caso de acuerdo con el vendedor, o si no se estipula explícitamente la rebaja a un año a cambio de una rebaja en el precio.
- Posibilidad de pedir el reintegro del importe pagado durante un tiempo de 14 días, lo que se conoce como desestimiento.
Este último punto también se tiene en cuenta solo con productos comprados a una empresa, con su correspondiente factura por delante. El
desestimiento durante esos 14 días es una manera que tiene el usuario de conocer el verdadero funcionamiento del producto que ha comprado,
pudiendo devolverlo durante ese periodo sin que se le amoneste por ello y con la obligación por parte del vendedor de devolver el importe pagado en su totalidad. En este punto, eso sí, hay que tener muy en cuenta quien pagaría los gastos de envío y devolución.
Empresa vs particular en la compra de artículos de segunda mano
Llegado a este punto, es bastante evidente que hay muchas diferencias importantes entre adquirir un producto, tal vez el mismo incluso, a
una empresa que pueda facturar y ofrecer una garantía amplia, que hacerlo a un
particular que no cuenta con ningún tipo de garantía salvo ese plazo de reclamación de seis meses del que antes hablábamos. Esto nos lleva a hacernos una pregunta: ¿es mejor comprar por Internet a una empresa o a un particular?
Por supuesto, la respuesta cambia según nuestra situación, lo que necesitemos, lo que busquemos en el producto, y especialmente,
en la confianza que tengamos en la tienda o el particular de turno. Existen portales de Internet donde encontramos empresas de dudosa fama que simplemente ofrecen productos de cualquier categoría, con la garantía mínima y poniendo todas las trabas al cliente para reclamar. Justo al lado podemos encontrar un anuncio de un particular que pone todo de su parte para vender el artículo, incluso por un precio menor, y
siendo totalmente sincero con el mismo, a través de fotografías y vídeos reales o descripciones muy detalladas.
Como siempre recomendamos,
será mejor poder probar el producto antes de comprarlo, tratándose de un instrumento musical, un ordenador o por supuesto, un vehículo. Sin embargo, hay ocasiones en las que esto no es posible. En este sentido, las
tiendas pueden tener un punto a su favor ya que al menos la garantía que ofrecen implícita en la factura será de un año. Eso significa que si durante ese
periodo algo va mal podemos reclamar, lo que no podríamos hacer con una compra a un particular tras los primeros seis meses.
Cada caso concreto merecería un
estudio detallado de toda la información que tengamos a mano. Hay usuarios de foros de anuncios totalmente confiables que dan una calidad mayor que cualquier empresa de venta de segunda mano, porque normalmente está especializado en un tipo de producto concreto del que lo conoce todo. En estos casos, a pesar de disponer de un menor tiempo para reclamaciones, la
opción de la compra al particular podría ser más que recomendable.