Están por todas partes, sobre todo desde que el buen tiempo ha vuelto a hacer acto de presencia en nuestras vidas. La primavera ha traído al sol de vuelta, y lo mejor que podemos hacer es disfrutar del buen tiempo saliendo a la calle. Para ello no nos puede faltar un accesorio imprescindible en esas tardes en las que todo parece iluminarse de una forma infinita. Hablamos, por supuesto, de las gafas de sol, uno de esos accesorios que para muchos son simple postureo, pero que tienen una verdadera utilidad para nuestras vidas.
Gracias a estas gafas podemos conducir a esas horas en las que el sol está bajando en el horizonte, por ejemplo. Gracias a estas gafas, podemos disfrutar de conversaciones en lugares abiertos, mientras la luz del sol los invade, sin tener que poner esa cara de perpetuo estreñimiento por sentir la luz solar directa en nuestros ojos. De hecho, este accesorio los protege de los rayos ultravioletas que pueden ser muy perjudiciales para nuestras corneas. Y de paso, también nos da un toque diferente y ayuda a componer nuestra imagen, nuestro estilo. En este artículo vamos a conocer mucho más sobre las gafas de sol y su fascinante historia.
Un origen realmente curioso… y antiguo
No sería extraño
pensar que este tipo de gafas han sido un invento bastante reciente, de alguna marca de moda a principios del siglo XX, por ejemplo. Y en parte es así, tal y como las conocemos hoy en día. Pero
lo realmente sorprendente es saber que las primeras gafas de sol ya existían hace nueve siglos en China, donde a algún iluminado se le ocurrió oscurecer los cristales de las lentes, no para protegerse del exceso de luz solar, como ahora, sino
para ocultar la mirada, sobre todo en los casos de los jueces que debían mantener siempre en secreto su veredicto hasta el momento final.
Un origen que dio paso, siglos después, a
experimentar con los cristales tintados, para encontrar el punto perfecto entre la luz y la oscuridad que ofrecían estas lentes. Ya en el siglo XX, las primeras estrellas de cine solían vestir este accesorio, lo que seguramente lo dotó de glamour. Por si fuera poco,
en los años 20 se comenzó la producción de este tipo de gafas de una manera masiva, lo que las hizo más económicas y accesibles a todos los públicos. No fue, sin embargo, hasta el año 38 cuando aparecieron las primeras gafas de sol polarizadas, convirtiéndose así en
el elemento perfecto para aquellos que no solo necesitaban protegerse del sol, sino también unos cristales especiales para mejorar su vista.
¿Qué buscamos en unas gafas de sol?
Dependerá de cada uno el tipo de gafas de sol que esté buscando, porque no será lo mismo encontrar unas que sean simplemente estéticas, como accesorio a nuestro look, que necesitarlas para conducir, para proteger nuestros ojos y demás, ya que estas deberán ser polarizadas. Hay algunas características que todas las gafas de sol deberían tener, eso sí.
Buenos cristales
Da igual si están graduadas o no, los cristales siempre deben ser buenos protectores de nuestros ojos porque si compramos gafas muy baratas con cristales de plástico, podemos poner en peligro nuestras corneas de una manera estúpida. Si tenemos problemas de visión y necesitamos unas gafas que se adapten y mejoren nuestra vista, buscaremos entre las opciones de gafas de sol graduadas, ya que necesitaremos ese extra si queremos que nuestra visión no se resienta al llevarlas. Esto es muy importante para todos aquellos que lleven gafas normalmente.
El color de las lentes
Al ser un elemento tan común en nuestra cultura hoy en día, las marcas han creado infinidad de modelos distintos de gafas de sol, donde lo más llamativo, aparte de la montura, suelen ser las lentes. Estas pueden variar de color y forma, para adaptarse a un estilo concreto. Últimamente se han puesto de moda las gafas-espejo, con colores muy vivos como el azul, el verde o el amarillo, que reflectan la luz que les llega, impidiendo que podamos ver qué hay detrás de las lentes. El color de las lentes también afecta a nuestra propia percepción del color en la realidad, siendo las lentes grises y negras las más neutras.
Siempre con la protección adecuada
Incluso si estamos pensando en adquirir algún modelo simplemente estético, deberíamos replantearnos la decisión y buscar unas gafas de sol que nos protejan adecuadamente de los rayos ultravioletas, principal misión de los cristales tintados. En este sentido, el precio subirá un poco pero será mejor que sufrir cualquier tipo de daño en nuestros ojos, que son muy delicados, por llevar gafas de sol que no utilizan ningún tipo de protección. Se recomienda revisar que el artículo tenga la obligatoria concesión por parte de la Unión Europea para ser vendido en nuestro país, asegurándonos que ha pasado todos los filtros de seguridad.
Gafas de sol para todos los gustos
Por fortuna, a día de hoy no tenemos que escoger entre llevar un buen estilo y sentirnos seguros con nuestras gafas de sol. Hay tantos modelos que seguro que encontraremos alguno que encaje en lo que nos gusta, además de protegernos debidamente de la radiación solar indeseada. Nosotros hemos querido destacar a continuación algunos de los modelos que son tendencia en esta primavera-verano en la que el buen tiempo parece que dominará el paisaje.
Gafas con montura blanca completa
De
estilo más vintage o con un toque retrofuturistas, eso de tener unas gafas con las lentes casi al aire parece pasado de moda. Sobre todo para las chicas,
las gafas con montura completa, es decir, rodeando todo el cristal, se están poniendo muy de moda. Especialmente
las de colores claros, como el beige, el rosa pálido o incluso el blanco. La montura llama la atención y da un toque de mucha elegancia a nuestro look, que además pegará con todo.
Gafas españolas Hawkers, entre lo elegante y lo deportivo
Esta
marca española está consiguiendo
ganarse un hueco en el mercado internacional de las gafas de sol gracias a un estilo actual, fresco y muy rompedor, en el que el toque deportivo se adapta a la perfección a lo que uno busca en unas buenas gafas de sol. Es cierto que tal vez no sean las más adecuadas cuando vamos de etiqueta, por ejemplo, pero
sí son una buena alternativa para el día a día, muy a la moda, de hecho.
Las aviador, que nunca pasan de moda
Originalmente pensadas para los hombres,
últimamente muchas mujeres también han optado por escoger este tipo de gafas, ya que también les pueden favorecer bastante. Puestas de moda por Tom Cruise en la mítica Top Gun, las gafas se utilizaban y se siguen utilizando en muchos ejércitos, pero también
han pasado a ser un accesorio de moda más. Son unas
gafas con mucho estilo, pero no a todo el mundo les quedan bien, así que lo mejor es probarlas antes y ver cómo estamos con ellas. Eso sí,
suelen ser un poco más caras que el resto, sobre todo por los cristales.
Gafas de lentes redondas
Popularizadas por John Lennon y utilizadas posteriormente por otras muchas celebridades, las gafas de este estilo son muy curiosas y pueden ser
una buena solución para la gente de cara redondeada. No tapan tanto los ojos como las otras y están a medio camino entre las lentes graduadas y las gafas de sol. Eso sí,
con un buen look vintage son muy efectivas, así que no nos extraña que hayan vuelto a ponerse de moda.
Aquí las puedes encontrar a un precio de escándalo.
Cuidado y mantenimiento de nuestras gafas de sol
Si nos hemos gastado mucho dinero en comprar unas buenas lentes polarizadas para utilizarlas a menudo, cualquier cosa que las pueda poner en peligro nos hará estar alerta para cuidarlas muy bien. Eso sí, tampoco significa que debamos mantenerlas guardadas en sus estuches hasta una ocasión verdaderamente especial. Las gafas de sol sirven para el ajetreo diario, pero también para excursiones al campo o para las vacaciones en la playa.
En estos lugares, los agentes externos como el polvo, la arena o el agua pueden dañar nuestras gafas si no tenemos el cuidado adecuado. No significa que no las saquemos en esos lugares, sino simplemente que debemos cuidarlas mejor. Después de un día de playa, por ejemplo, las limpiaremos con cuidado para quitar toda la arena o el polvo que puedan tener. También tendremos cuidado a la hora de evitar que se mojen, porque incluso el agua normal y corriente puede causarle daño a las gafas.
Las monturas, si son de buenos materiales, aguantarán sin problemas incluso algún que otro golpe o caída. Eso sí, cuando no las llevemos puestas, guardaremos las gafas en un bolso, a ser posible. Dejarlas colgando en nuestra camisa, como hacen muchos, puede ser el primer paso para perderlas por una caída fortuita. Cuando las tengamos guardadas en casa, siempre dentro del estuche y en un lugar aireado, pero no con demasiado humedad.