Una de las grandes ventajas de comprar en portales de segunda mano es, sin lugar a dudas el hecho de poder comprar el mismo artículo a un precio muy inferior. Sin embargo, la diferencia en el ahorro que obtienen los usuarios en uno u otro caso, depende en mayor o menor grado de su capacidad para regatear.
En líneas generales, un usuario cuando pone a la venta un producto en un portal de clasificados, está dispuesto incluso a venderlo por bastante menos del precio marcado en el anuncio. De eso son plenamente consciente los compradores, y es ahí cuando se produce el llamado regateo, en donde los más avispados tratan de recibir la mayor rebaja posible utilizando todo tipo de técnicas.
Para tener éxito en el Don del regateo, no existe una norma escrita, y es que, cada usuario tiene su propia estrategia. No obstante, en líneas generales el regateo no se debe realizar por teléfono o por e-mail, ya que las posibilidades de que la respuesta sea negativa son mucho mayores que en un encuentro 'cara a cara'.
Algunas personas, por ejemplo, optan por llegar al punto de encuentro con un fajo de billetes en mano, y que sin embargo dicho fajo representa un importe inferior al estipulado en el anuncio. Esta estrategia generalmente funciona con productos de alto valor adquisitivo, como es el caso de un vehículo, en donde la cantidad ahorrada es alta, pero que sin embargo apenas representa un 5 ó un 10 % del total del producto.
Otros usuarios, incluso, recurren a amigos y familiares para que se hagan pasar por interesados en el anuncio y ofrezcan ofertas muy inferiores, algo que podría hacer que el comprador pensase que la suya es la oferta más alta, y que quizás esté pidiendo demasiado por dicho artículo.
Los hay incluso que son mucho más agresivos, y optan por dar un ultimatum al vendedor: “Te doy tanto. Lo tomas o lo dejas”, e incluso hacen ademán de marcharse. Mientras que otros, por su parte, les funciona la tarea de la empatía, en donde explican su situación personal, sus dificultades económicas, y prácticamente imploran al comprador que les efectúe un descuento.
No podemos asegurar que una estrategia funcione mejor que la otra, pues esto dependerá de la personalidad de cada comprador, e incluso del vendedor con el que se esté tratando. Sin embargo, un buen uso del regateo ha demostrado a lo largo del tiempo, cómo esta estrategia sigue ofreciendo a quienes la dominan, un ahorro bastante importante por la compra de artículos de segunda mano.