Los cuadros, esculturas y las obras de arte en general, son los objetos preferidos por los españoles a la hora de decorar su hogar. Dichos objetos en muchas ocasiones se van transmitiendo de generación en generación y llega un momento en el que ni tan siquiera sabemos cuál es su procedencia o el año en el que fue dibujado, teniendo una auténtica pieza de coleccionista en nuestro salón sin saberlo.
En este caso toca pensarse si queremos o no deshacernos de un objeto que ha acompañado a nuestras generaciones pasadas, sin embargo, tal vez sea una decisión correcta cuando estamos faltos de dinero y podemos llevarnos por ella un buen pellizco.
Sería falso afirmar que todos los cuadros que tenemos en casa tienen valor porque lo cierto es que no es así. No obstante, si de algo podemos estar totalmente seguros es del hecho de que el arte no se debe tirar a la basura bajo ningún concepto pues, siendo algo bastante subjetivo, siempre puede haber alguien que vea cosas en ellos que uno no logra ver, estando encantando de pagar por hacerse con ellos.
Por este motivo, a la hora de saber el verdadero valor de un cuadro, lo primero que debemos hacer es centrarnos en averiguar más datos sobre el mismo. ¿quién lo pintó? ¿cuándo lo hizo? ¿es un original o una copia? ¿existen obras similares y, si fuera así, por cuánto se están vendiendo?
Respondamos paso a paso a cada una de las preguntas: Para averiguar el autor debemos fijarnos en la firma que generalmente suelen acompañar a las obras. Si el artista es conocido, bastará con averiguar si se trata de un original o de una copia, pero, en caso de que no lo fuera, debemos buscar más información sobre el mismo y conocer si tienen o no prestigio las obras de dicho pintor.
Si esta búsqueda no produce sus frutos, entonces deberemos de averiguar cuál es el año en el que fue dibujada la obra. Este dato será muy relevante puesto que, en muchas ocasiones, la obra de arte tiene valor únicamente por su antigüedad y su estado de conservación y no tanto por la obra en sí.
Finalmente, si estás convencido de que en tu salón hay una auténtica obra de arte pero no tienes documentación o pruebas que lo justifiquen a la hora de venderlo a un tercero, lo mejor será que contrates a un tasador profesional para que pueda dictaminar cuál es el valor actual de la obra y así poder encontrar un comprador en portales de segunda mano u otros portales más especializados.
Así pues, te animamos a que eches un vistazo a esos cuadros y objetos de valor que tienes en casa, tal vez tengas colgados de la pared del salón varios cientos de euros y aún lo sepas.