Disponer de un vehículo propio es hoy en día algo casi imprescindible en la mayoría de casos, ya sea para acudir al lugar de estudio o de trabajo, para poder volver a casa desde otro lugar en el que estamos viviendo los fines de semana, o simplemente, para disfrutar de la
libertad que nos da contar con nuestro vehículo a la hora de hacer planes en nuestro tiempo libre, viajar, conocer otras ciudades y lugares… Es cierto que la contaminación que esto provoca llega a ser excesiva, pero el uso del transporte público tampoco está tan bien como para poder dejar de lado los coches.
Comprarse un vehículo es una de las decisiones más importantes que vamos a tomar, aunque ciertamente,
necesitaremos ir cambiando el mismo cada diez o quince años, por el propio desgaste del coche. Sin embargo, serán quince años con el mismo vehículo, y debemos sentirnos cómodos y a gusto en él, sabiendo además que no nos dejará tirados, que nos protegerá en caso de accidente y que no nos hará gastarnos medio sueldo en combustible. Y es aquí donde
nace una de las primeras y más importantes dudas a la hora de encontrar nuestro coche ideal. ¿Diésel o gasolina?
Principales diferencias entre diésel y gasolina
Podemos buscar coches más grandes o pequeños, coches más deportivos o de estilo más utilitario, podemos diferenciar el color, el tipo de motor que llevan, las revoluciones que alcanzan, la seguridad… Pero
la principal distinción que debemos hacer en cuanto nos pongamos a buscar un coche es si elegir diésel o gasolina. Se trata, evidentemente, del tipo de combustible que moverá al vehículo. Aunque son parecidos, cada cual tiene sus propias peculiaridades, y aquí los
vamos a comparar.
Diésel
Se trata del
gasóleo, una forma de combustible que, por determinadas circunstancias, suele ser algo más barata que la gasolina que utilizan los otros coches. Esto hace que a la larga,
un coche diésel pueda suponer un ahorro de combustible importante. Las emisiones de este tipo de combustible también son menores, y eso ha hecho que en los tiempos de conciencia medioambiental que vivimos, muchos hayan optado por esta opción para ayudar también a
rebajar las emisiones. Se necesita menos cantidad de combustible para recorrer más kilómetros, además de obtener mayor potencia en el motor, incluso a menores revoluciones.
Gasolina
Es el segundo combustible más habitual, aunque cada vez está más cerca de igualar en ventas al diésel. La gasolina se trata de otra forma, más refinada, y esto hace que
normalmente se encarezca un poco su precio, lo que a la larga puede ser una desventaja. Este combustible fluctúa más de precio que el gasóleo, por lo que fijar una cantidad es complicado. Sin embargo,
los motores de gasolina modernos han mejorado muchísimo hasta equipararse con los mejores motores diésel tanto en consumo como en autonomía, siendo mucho más silenciosos y menos pesados, algo que seguramente también querrás tener en cuenta a la hora de decidirte.
Decidirnos por un motor diésel
Desde luego,
los coches diésel han sido los más vendidos en los últimos 40 años, manteniéndose siempre a distancia de los de gasolina. Eso ya es de por si un buen dato a tener en cuenta a la hora de elegir entre uno y otro, pero hay mucho más. Nosotros hemos querido
ofrecer tanto la parte buena como la menos buena de hacernos con un coche diésel, para que podamos comparar sin ningún tipo de presión.
Ventajas de comprar un diésel
Un coche de motor diésel cuenta con muchas ventajas, bastante evidentes además. Desde el simple hecho de que el combustible nos costará más barato a la larga hasta su menor necesidad de combustible para alcanzar mayores distancias y mayor potencia. Las emisiones nocivas son menores. La autonomía es una de las claves para elegir un coche diésel, y también el hecho de que sus componentes suelen estropearse menos, por lo que las reparaciones serán menos habituales, aunque eso sí, algo más caras, como veremos a continuación.
Desventajas de comprar un diésel
El precio al que compremos el vehículo será seguramente superior al de cualquier gasolina de su gama. El precio del gasóleo se mantiene y a veces esta mucho más bajo, pero otras también está casi igual de alto que el de la gasolina.
El motor es más grande, pesado y ruidoso. El coche, por ende, también es más pesado que su alternativa en gasolina. Las reparaciones son más costosas, aunque menos habituales.
El uso de la batería también es más intenso, por lo que es posible que tengamos que cambiarla.
Elegir un motor de gasolina
Por supuesto, la otra opción también tiene sus luces y sus sombras.
Un motor de gasolina puede ser lo más adecuado en determinadas situaciones, dependiendo de lo que necesitemos y sobre todo, también del dinero del que dispongamos, siendo el presupuesto un filtro muy importante a utilizar. Aquí os dejamos las
principales ventajas y desventajas de este tipo de vehículos.
Ventajas de optar por un coche de gasolina
Son coches menos pesados y ruidosos, además de que
normalmente consiguen mayor potencia y alcanzar muchas más revoluciones. Los arreglos son menos costosos. En general, suelen ser bastante más baratos que los coches diésel de la misma gama. El uso de la batería es menos intensivo, y actualmente,
las emisiones nocivas se están regulando muchísimo para disminuirlas al máximo. El consumo cada vez más moderado equipara también a los motores de gasolina con los diésel, que usualmente necesitaban menos combustible para recorrer la misma distancia.
Desventajas de optar por un coche de gasolina
Entre las principales desventajas de un coche de gasolina está
el precio del propio combustible, que fluctúa bastante y a veces está muy alto en comparación con el del diésel, lo que a la larga será mayor gasto. Las averías son menos costosas, sí, pero más habituales, lo que
hace que el propio coche tenga una durabilidad menor por lo general. A pesar de la modernización de sus motores, siguen siendo más contaminantes, y el cambio de aceite se debe llevar a cabo mucho antes que con los coches diésel.
Otros detalles a tener en cuenta
Hemos comentado anteriormente que la decisión de elegir uno u otro combustible vendrá dada también por las necesidades que tengamos con nuestro coche. Por ejemplo,
si vamos a recorrer normalmente grandes distancias en trayectos usualmente largos, los coches diésel nos pueden servir mejor, ya que gastarán menos. También es cierto que si simplemente necesitamos el vehículo para movernos dentro de la ciudad, y en zonas no demasiado lejanas,
el de gasolina puede resultar también una buena compra, especialmente si no vamos muy amplios de presupuesto.
Y es que
el precio determinará totalmente nuestra compra, ya que no podemos aspirar a coches que al fin y al cabo no podemos pagar, al menos por ahora. Eso hace que muchos desechen la idea de
adquirir un diésel porque resulta demasiado caro, no solo en su precio inicial, sino también en su mantenimiento y en el propio seguro que tendremos que sacarle. Se suele decir que el ahorro en combustible equilibra la balanza, pero eso es si vamos a darle mucho trajín al coche y lo vamos a coger bastante todos los días.
En caso de utilizarlo solo para algunos viajes de fin de semana, la diferencia no será tan grande.
Dónde encontrar los mejores precios en diésel y gasolina
Acudir a
los concesionarios más cercanos en busca de nuestro coche ideal se ha convertido en una especia de tradición que realizamos cada cierto tiempo, disfrutando a la vez que nos preocupamos si no encontramos lo que verdaderamente estamos buscando. Como hemos comentado anteriormente,
la decisión dependerá de cada cual, y en los últimos tiempos podemos encontrar casi en cualquier concesionario versiones tanto diésel como gasolina de casi todos los vehículos, en todas las gamas, por lo que la decisión será toda nuestra.
El
presupuesto nos atará, pero eso no significa que, como en otras muchas ocasiones, no podamos ser más listos y dirigirnos al
mercado de ocasión para encontrar esa ganga con la que soñamos. Un buen coche diésel a un precio relativamente aceptable, de segunda mano y que se mantenga en buenas condiciones, es para muchos la ganga perfecta. Encontrarlo no suele ser complicado, incluso cuando ya tiene muchos años, debido al hecho de que su mejor mantenimiento permite también que conserven un valor mayor.
Si el coche diésel que queremos se nos va de presupuesto, el mercado de segunda mano es la mejor alternativa.
Este mercado lo podemos encontrar sobre todo en
Internet, donde los
portales de anuncios clasificados están inundados con ofertas de coches de todo tipo, a precios irresistibles. Muchas familias compraron buenos vehículos en la época anterior a la crisis, o incluso durante la misma, pensando que no les iba a llegar, y se han visto obligados a vender esos coches en perfecto estado, una situación de la que podemos aprovecharnos para obtener mejores precios en la compra de nuestro coche.
Sea diésel o gasolina, las opciones son infinitas y seremos nosotros los que tomaremos la decisión final.