La numismática, o el estudio y coleccionismo de monedas, ha estado presente desde hace siglos, sin embargo, la llegada del euro que provocó que múltiples monedas hayan desaparecido, tal y como le sucedió a las pesetas españolas, las liras italianas, el franco francés, el dracma griego, el marco alemán o el escudo portugués, no ha hecho nada más que aumentar el interés por el coleccionismo de monedas.
Durante los años posteriores al cambio, prácticamente todo el mundo conservaba muchas de sus antiguas monedas, sin embargo, una vez transcurrida más de una década de su implantación, las monedas supervivientes han comenzado a aumentar su valor, aunque eso sí, solo unas pocas han aumentado su valor de forma considerable.
No obstante, no se pierde nada por tasar una moneda y saber como de bien o de mal le han sentado el paso de los años, y en este sentido, ponerlas a la venta puede proporcionarte unos ingresos que seguramente no esperabas. Sin embargo, el mundo de la numismática es bastante complejo, por lo que es recomendable seguir estos consejos antes de dar el gran paso:
1º Sé consciente de su valor. Son muy pocas las personas que tienen unos conocimientos numismáticos lo suficientemente amplios como para saber el valor que tiene una moneda con solo mirarla, por ello, antes de ponernos a vender nuestras monedas antiguas o de oro, lo mejor será que sepamos muy bien cual es el valor del objeto que estamos tratando de vender.
En este sentido, toca destacar que al igual que sucede con los artículos de oro, no debemos fiarnos de lo que puedan decirnos en un único establecimiento, sino que tendremos que pedir segundas y terceras opiniones para hacernos una idea más concreta de cuánto puede llegar a valer.
2º Infórmate en internet y en foros. Si sabes que la moneda tiene un gran valor pero temes ser engañado, lo mejor será que busques información antes de dar el primer paso. Por ello, lo mejor será que busques en foros de numismática, blogs especializados o hagas una rápida consulta en algún buscador, es posible que ésto no te ayude a saber el valor exacto de la moneda en cuestión, pero a buen seguro te ayudará a averiguar si se trata de una moneda de valor o no.
3º No tasar tus monedas en locales de compro-oro. Si bien estos lugares son muy útiles para vender joyas y anillos de dicho material, no sucede así con las monedas, en donde el valor añadido que proporciona un objeto de coleccionismo es pasado por alto, de ahí que en caso de buscar una tasación fiable lo mejor será acudir a una tienda numismática especializada.
4º No limpiar las monedas que deseamos vender. Es posible que a muchos les pueda parecer una incongruencia, pero en los objetos de coleccionismo, especialmente los referentes a las monedas, la limpieza o suciedad de las mismas es lo menos importante, de hecho, someterla a limpiezas mediante productos químicos o lograr que obtengan un brillo artificial hará muy probablemente que pierdan gran parte de su valor.
5º Cuánto más rara sea una moneda más valor tendrá. Este aspecto debes tenerlo claro para que no pierdas el tiempo tasando monedas corrientes o sin ningún valor. El hecho de que la moneda tenga un error en su creación, haya sido retirada del mercado al poco de haber salido, o tener una procedencia poco común aumentarán su valor.
Además, otros aspectos que se medirán a la hora de tasar una moneda serán el valor nominal, oficial, intrínseco y de mercado, que harán referencia al valor que viene estipulado en la moneda, el valor actual de la misma, el material por el que está construida y su valor de mercado debido a su rareza.
Así pues, ahora que sabes diferenciar entre una moneda común y una moneda valiosa, revisa tu cartera y pon a la venta aquellas que puedan darte unos ingresos extra.