Primero el hombre vivía en cuevas, hasta que pudo crear construcciones medianamente fiables y que no se cayesen en la primera tormenta. Aquellas primeras casas de barro y paja dieron paso a las de madera y luego a las de ladrillo. Las casas se fueron amontonando y los poblados se convirtieron en ciudades. Y como el ser humano se toma muy a pecho eso de creced y reproducíos, la tierra se llenó tanto que las ciudades se quedaron pequeñas a lo ancho para que todos pudieran vivir en ellas. Así que empezaron a construirse edificios de varias plantas, con viviendas en cada una de ellas, y así nació la viviendo vertical.
Hoy en día, si vives en una ciudad medianamente grande, seguramente estés en un piso de este tipo, dentro de un bloque con otras muchas viviendas. Es lo más natural y también, seguramente, la mejor forma de aprovechar el espacio. Sin embargo, ya sabemos que eso de vivir en un bloque no es tampoco el paraíso, e incluso la posición de nuestra vivienda hará que la situación cambie muchísimo. Porque no es lo mismo vivir en el bajo que en el ático, ¿verdad?
Áticos, los grandes deseados en los bloques de viviendas
Siempre se suele decir que los áticos son los pisos que todo el mundo quiere en los bloques. Tal vez porque no estamos entre vecinos y arriba de nosotros no hay nadie. Tal vez porque no tenemos que soportar los molestos pasos de la vecina con sus zapatos de tacón a las tantas de la mañana cuando vuelve de fiesta sobre nuestro techo. O tal vez, simplemente, porque suele ser la vivienda más espaciosa, especial y luminosa de todo el bloque. Esto hace que también sean las viviendas más caras, porque son las más deseadas.
Tener un ático puede ser toda una maravillosa experiencia, pero también puede convertirse en una pesadilla. Es una vivienda especial y como tal necesita cuidados especiales, así que los tendremos en cuenta a la hora de alquilar o comprar uno. Y es que no todo es de color de rosa y aunque la mayoría de los inquilinos de un edificio desearían vivir en lo más alto del mismo, también hay otras razones de peso que nos harían dudar bastante si un ático es de verdad la mejor opción que tenemos. Nosotros vamos a contraponer ambas y veremos en qué queda la cosa.
Ventajas de vivir en un ático
Como ya hemos expuesto en el párrafo anterior, son muchas las personas que quieren vivir a toda costa en un ático porque lo consideran algo así como su vivienda ideal. Esto no es tan descabellado, porque de hecho, habitar en la parte más alta de un bloque de edificios puede conllevar numerosas ventajas. Aquí te exponemos tan solo algunas de ellas, para que te vayas haciendo a la idea y para ver si coinciden con las tuyas.
Menos molestias y mejores vistas
Seguramente, la mayor ventaja de estos áticos es que son las viviendas más privadas de todos los bloques, ya que no tienen ninguna casa encima, lo que les exime de tener que aguantar a los vecinos de arriba. Los de abajo son impepinables, pero el ruido que puedan hacer quedará más amortiguado. También nos olvidaremos de los posibles miedos a sufrir humedades o goteras por algún descuido del inquilino de arriba y en general, no tendremos tantas molestias como aquellos que viven “emparedados” entre dos viviendas, en mitad del bloque. Así mismo, las vistas desde la parte más alta del bloque suelen ser también magníficas, algo que en muchas ciudades dará un poco igual, pero que en otras ocasiones puede ser un punto determinante para nuestra decisión.
Luminosidad y espacio
Los áticos, al ser los pisos superiores dentro de los bloques,
suelen contar con más espacio de lo habitual, ya sea en la propia vivienda en sí o en forma de balcón, azotea o solárium, algo que puede ser también decisivo a la hora de comprarnos este tipo de vivienda. Así mismo,
su mayor exposición le hace ser un espacio más luminoso, ya que el solo suele dar a todas horas. Esto es muy positivo en la mayor parte de los casos, pero en verano, por ejemplo, puede llegar a ser un poco molesto, sobre todo por el calor.
Las principales desventajas de adquirir un ático
Una decisión tan importante cómo ésta debe ser tenida en cuenta desde todos los puntos de vista, y de la misma forma que hemos entendido que había ventajas a la hora de adquirir una vivienda en la parte más alta de un bloque, las contras también son importantes, y a continuación analizaremos las más claras, para equilibrar si fuera necesario la balanza o al menos tener una visión más global de la situación.
Son pisos más caros
Esto no deja de ser una consecuencia directa de las ventajas anteriormente descritas, pero por supuesto, es también un contra importante. Si la vivienda ya está por las nubes, el hecho de que un ático, por su situación dentro del bloque, pueda llegar a costar incluso un 20% más que una vivienda similar del mismo edificio, ya puede echarnos un poco para atrás, porque no teníamos en cuenta un gasto tan grande. De hecho, algunos incluso tienen menos metros cuadrados, que aun así se pagan más caros.
La climatización es más complicada
Ya lo decíamos en las ventajas.
Eso de tener mucha luminosidad en el piso es una maravilla, pero también puede ser una maldición, ya que la luz directa del sol nos hará
calentar mucho más la vivienda durante el verano, y en cambio, en invierno será mucho más fría, al no conservar el calor que entra precisamente. Es por eso que o tenemos
unos buenos aislantes en la vivienda o tendremos que echar mano del aire acondicionado y la calefacción en todo momento, con lo que eso con lleva para nuestra economía a final de mes, y tal y como está la luz últimamente…
Opciones de áticos por menos de 200.000 euros
Después de ponderar las ventajas y desventajas de este tipo de viviendas, ha llegado el momento de ofrecer también algunas opciones interesantes, tanto por la calidad de la misma y su extensión como por el precio. Nosotros hemos decidido limitarnos a aquellos áticos relativamente baratos, los que se sitúan por debajo de los 200.000 euros, un precio más que factible para un piso de este tipo en una ciudad o en una localidad grande. Como verás a continuación, hay un poco de todo, para todos los gustos.
Ático en Almuñecar, en primera línea de playa
Toda una ganga este imponente ático en un edificio de 12 plantas, que incluye 2 ascensores, garaje y piscina comunitaria, así como una terraza de 12 metros cuadrados para el uso y disfrute del inquilino. El tenerlo tan cerca de la playa hace que su precio suba, pero a pesar de eso, se mantiene en unos 110.000 euros, más gastos e impuestos, que supondrán también un buen pellizco, pero que siguen manteniéndolo en una balanza notable. Se puede comprar para alquilar o para vender, tal y como está el mercado, aunque disfrutarlo también es una maravilla.
Ática cerca de la playa en Roquetas de Mar
Seguimos en la provincia de Almería para encontrar este ático que sorprenderá a muchos por su precio, de apenas 49.000 euros. Es una vivienda pequeña pero aun así cuenta con dos dormitorios, salón, terraza, lavadero, cocina independiente y baño, todo lo que cualquier familia puede necesitar para vivir o pasar unas buenas vacaciones. A solo 300 metros de la playa y dentro de una urbanización privada con piscina, es una de las alternativas más suculentas que vamos a encontrar en el mercado actualmente.
Ático de 71 m2 en Ripollet
Ubicado en las cercanías de Barcelona, Ripollet es una de las zonas de moda para encontrar vivienda en este lugar, ya que está justo en el límite entre lo que sería salirse demasiado de la ciudad y estar dentro de ella, pagando por eso, por supuesto. Por apenas 91.000 euros tenemos un gran piso de más de 70 m2 con terraza, cocina, tres habitaciones, despensa, salón y baño. Muy bien ubicado y luminoso, cuenta con calefacción y aire acondicionado. La pega, es un cuarto sin ascensor, pero a nadie le viene mal un poco de ejercicio, al fin y al cabo.
Impresionante ático en Mijas Costa
Lo más parecido a una auténtica mansión que podemos encontrar en lo que a áticos se refiere, una vivienda de más de 100 metros cuadrados con dos dormitorios y dos baños, en formato dúplex, incluyendo también un salón comedor con chimenea y una terraza con espectaculares vistas a la urbanización privada en la que se encuentra, con todos los lujos que cabría esperar. Tiene también un solárium de 70 m2 y parking comunitario dentro de la propia urbanización, toda ella muy bien cuidada con jardines, seguridad, vigilancia, etc… y muy cerca de la playa.