Las cámaras fotográficas son un dispositivo que han estado presente en casi todo entorno de la vida moderna. Indispensables en publicidad, arte, diseño y periodismo, las cámaras han trascendido estos ambientes, para llegar al entorno doméstico, laboral y estudiantil. Ya el hecho de ser un accesorio rutinario en los teléfonos móviles, las hace un elemento propio de cada individuo. Las personas comparten sus vivencias con otras apoyándose en lo que registran con sus cámaras en sus móviles.
Sin embargo existen ocasiones más especiales en las que las personas se deciden a usar una cámara de uso fotográfico exclusivo: Reuniones familiares, viajes, usos profesionales, son momentos en los que se requiere una cámara mejor que la del móvil. Los resultados obtenidos con una cámara sencilla están bien ocasionalmente y son fáciles de compartir en sitios como las redes sociales. No obstante, cuando se trata de realizar una buena foto, para imprimir, editar o tener un buen recuerdo que perdure en el tiempo, lo mejor es contar una buena cámara de fotos.
Existen muchos factores que se deben sopesar en el momento de adquirir una cámara. Muchos de ellos son aspectos técnicos que quizá exceden de lo que el usuario común desea o necesita saber. De modo que este recorrido será una guía para comprender los principales aspectos a tener en cuenta para quien desea comprar una buena cámara.
¿En qué características debo fijarme al comprar cámara digital?
Huelga decir que hoy en día, decir “cámara fotográfica” es lo mismo que decir “cámara fotográfica digital”. Formalmente no es igual, pero las cámaras digitales han cubierto con creces el nicho de las cámaras de película.
Dicho esto, comenzamos a definir cómo elegir una cámara digital. Lo primero que debe pensar cualquier usuario es en su presupuesto: cuánto puede gastar en una cámara. Desde las cámaras domésticas más sencillas, hasta las profesionales, el abanico de precios es muy amplio. La mayoría de los usuarios pueden excluir una cámara profesional, a menos que pretendan vivir de ello. Y aún en ese caso, se necesitan buenos conocimientos de fotografía para aprovechar la cámara.
Casi todo el mundo toma en cuenta la resolución de la cámara, lo cual es normal. Pero no garantiza nada. La resolución mide la cantidad de puntos de color microscópicos que componen cada fotografía. Cada punto es un píxel. Y cada millón de puntos es un mega-píxel (MP). Una cámara de teléfono móvil o tablet tiene por lo menos 2 MP. Pero una cámara dedicada y profesional posee por lo menos 10 MP.
Esto hace que estas fotos sean más detalladas y aptas para ampliaciones e impresiones. La mayoría de las cámaras básicas toman fotos de 12 o 14 MP, suficientes para el fotógrafo de casa. Quien vaya más en serio, debe buscar entonces resoluciones más altas.
El otro aspecto es el sensor de la cámara: este es el elemento interno que capta las imágenes. Si se puede, es mejor elegir del tipo CCD, ya que el de tipo CMOS es más frecuente para un uso en móviles. Hay que fijarse en los detalles que no son propiamente digitales: lo que se llama la óptica. La mayoría de los usuarios se conforman con apuntar a la escena, pulsar el botón y que la cámara haga el resto. Pero quien sea más detallista, seguramente querrá ver si la lente permite acercamiento, y cuánto permite. Si es posible ajustar la velocidad de disparo, abertura del objetivo, o si la cámara tiene lentes intercambiables.
Tener en cuenta todos estos aspectos será fundamental para elegir de forma satisfactoria una cámara digital.
¿En qué características debo fijarme al comprar cámara réflex?
Una cámara réflex es aquella que incorpora un espejo en su sistema óptico. De allí viene el término réflex, que significa “reflejo” en inglés. El espejo sirve para mostrar, a través del visor de la cámara, la imagen que se percibe en el objetivo. Esa imagen es la misma que saldrá en la foto, lo que da al fotógrafo mejor idea de la escena.
La cámara réflex básica es la primera que compra quien se inicia como aficionado a la fotografía. A partir de ellas se llega a las cámaras profesionales. Pero lo primero que se debe tomar en cuenta en la réflex es la calidad del enfoque. También es útil que pueda hacer zoom, al menos de cinco aumentos. Suele ser útil contar con una pantalla posterior para ver la imagen antes de tomar la foto. Pero sobre todo, sirve para ver cómo van quedando las fotos recién tomadas. No hace falta que la pantalla tenga control táctil ni que sea articulada.
Hay que verificar que sea una cámara hecha de buen material. Si al comprador le gusta la fotografía, seguramente le dará bastante uso, y es bueno que la cámara resista. Incluso puede necesitar que la cámara sea resistente al agua y al polvo, si se piensa usar a la intemperie.
¿En qué características debo fijarme al comprar una cámara compacta?
Las cámaras compactas podrían llamarse sin duda “las cámaras para las fiestas”. Se suelen tener cuando se quieren tomar fotos mejores que las del móvil, sin comprar una cámara demasiado cara. Aunque algunos móviles compiten en calidad con las compactas más humildes, aún no las rebasan. Esto es principalmente porque la óptica de las cámaras suele ser mejor. Lo cual es importante en la compacta.
También es importante en estas cámaras la resolución. La óptica de una compacta es mejor que la de un móvil, pero no llega al nivel de una réflex. Por lo tanto, una compacta de buena resolución y óptica decente, ofrecerá resultados superiores a los de un móvil de resolución similar. La buena resolución no debería ser inferior a los 12 MP, aunque mucho más que eso no es necesario.
Es útil que la cámara resista al maltrato, al polvo y la humedad, ya que suele ser una cámara familiar. Y esto significa uso por niños y uso en entornos agresivos, como escenarios vacacionales y deportivos.
Por último, otra característica necesaria es que tenga memoria suficiente. No sólo memoria interna, sino también que admita tarjetas de memoria como SD o microSD. De este modo, no sólo se podrán almacenar muchas fotos; además podrán grabarse algunos minutos de vídeo siempre que las cámaras permitan esta opción. 32 Gb en una tarjeta de memoria externa deberían ser suficientes para la mayoría de los usuarios.
¿Características importantes de una cámara profesional?
Para empezar, se da por descontado que una cámara profesional será una cámara réflex. La cámara profesional debe adaptarse al uso de una persona que busca vivir de la actividad fotográfica. Casi cada aspecto concebible en el funcionamiento de una cámara es importante en la cámara profesional.
La resolución, por ejemplo: Debe ser alta, más que por la calidad de las fotos, por la necesidad de ampliarlas a la hora de imprimirlas sin que pierdan calidad. Una foto que debe ser ampliada para un cartel, tiene que tener muy buena resolución. De este modo, es menos probable que haya detalles borrosos al ampliar. Así pues consideramos que la calidad mínima que éstas deben tener es de por lo menos 18 MP.
Acerca de la óptica, debe darle al usuario el mayor control posible de los elementos que influyen en la foto. Las mejores tienen un modo de control manual. Luminosidad, control de la velocidad de disparo y el tiempo de exposición, se deben poder regular. Ni qué decir que las lentes deben ser intercambiables y deben tener una cantidad suficiente de memoria, y no sólo para conservar la cantidad de fotos que se deben tomar.
También hay que pensar en la resolución más alta de las fotos que toma. A veces se usa un formato de imagen de alta calidad llamado RAW, para su posterior edición y procesamiento. Este formato crea archivos de imagen que ocupan mucho espacio.
Estas cámaras deben ser además resistentes a las inclemencias del uso que recibirán o de los lugares y circunstancias en los que serán utilizadas.
¿Cuál es el mejor momento para comprar una cámara?
La dificultad para responder esta pregunta radica, naturalmente, en las diferentes necesidades de los usuarios. Una cámara compacta, de uso ocasional, puede comprarse prácticamente en cualquier momento. Cuando se necesite, si es que no se tiene. Pero no hay que olvidar que, siendo un equipo electrónico, puede fallar en el momento más inoportuno. Si se tiene una cámara compacta, no es mala idea esperar a que aparezcan buenas ofertas. Y si se tiene dinero, sería recomendable incluso comprar otra; esta segunda cámara será un respaldo que te puede sacar de un apuro.
La réflex del principiante suele ser una cámara que resulta costosa. Vale más que el fotógrafo amateur la cuide mucho para que su preciada herramienta le dure bastante. Eso sí, cuando comience a ver señales de deterioro evidente, debe apresurarse a comprar una nueva en cuanto pueda.
Las cámaras profesionales son un punto más delicado. Como son un instrumento imprescindible de trabajo, el fotógrafo no se puede dar el lujo de quedarse sin ella. Es aconsejable que tenga por lo menos dos cámaras estándar a mano. Y estar al tanto de cómo cambian sus requerimientos profesionales en cuanto a resolución o resistencia. Puede que necesite una cámara distinta si cambia su ambiente de trabajo, o si cambia el tipo de trabajo.
Generalmente cuando las cámaras salen al mercado suelen tener un precio muy alto, algo que va variando conforme a pasan los meses. Por este motivo se recomienda siempre comprar cámaras que ya tengan un tiempo en el mercado. Del mismo modo, los meses de septiembre y octubre suelen ser una gran opción para comprar debido a que las grandes empresas de productos tecnológicos suelen hacer grandes descuentos en esas fechas para así deshacerse de algo de stoke en vísperas de aumentar los precios en las épocas navideñas en donde todo suele costar bastante más caro.
Consejos para comprar cámaras de vídeo.
Las fotografías no han perdido su encanto con el paso de los años. Pero además de fotos, la gente quiere muchas veces tener registro filmado de sus actividades. Las cámaras fotográficas que vienen con los móviles tienen una cierta capacidad de grabación de vídeo. Las cámaras de fotos actuales también pueden grabar vídeo. Para muchos usos puede resultar adecuado, pero está claro que no siempre es suficiente. En los vídeos creados en cámaras fotográficas pueden aparecer borrones, o pueden estar mal iluminadas, en especial si se reproducen en formato grande, como la televisión. Una cámara de vídeo es en estos casos una mejor opción.
Hay que tomar en cuenta la resolución de la cámara. Para el vídeo no se cuentan los píxeles totales de la imagen, sino los que tiene la imagen de alto. Esto indica la cantidad de líneas horizontales que se muestran cuando una TV hace el barrido de la imagen. Estándares típicos son 480 líneas (480p), 720 líneas (720p) y 1080 líneas (1080p). Este último se suele llamar Alta Definición (HD), aunque hay definiciones mayores en el terreno profesional. Entre 720p y 1080p debería bastar para un usuario común.
Hay que evaluar la óptica, del mismo modo que en una cámara de fotos, y si el zoom óptico es bueno. La autonomía de la cámara, medida por la duración de la batería, no se puede dejar de lado. Otro tanto se debe considerar con la memoria, que permitirá grabar tiempo de vídeo. Si no tiene memoria interna suficiente, hay que acudir a expansiones de memoria vía tarjetas. Es común que la cámara cuente con una pantalla, con frecuencia táctil, que permite vista previa de lo grabado. La pantalla también sirve como interfaz de control del usuario.
Pero hay un consejo mejor. Consiste en mirar por internet vídeos que hayan sido grabados con la cámara que se desea adquirir. Allí se puede tener mejor idea de las capacidades de la cámara.
¿Qué cámara comprar para grabar vídeo?
Suponiendo que no se es un profesional del vídeo, ni un deportista extremo, aún existen cámaras de calidad en el mercado muy interesantes. Suele interesar al usuario doméstico promedio una cámara que permita buen tiempo de grabación. Además, una batería de gran autonomía, así como una buena resolución.
Los fabricantes Sony y Panasonic, ofrecen una gama de cámaras compactas para vídeo, con lo necesario. Resolución de 1080p, pantalla táctil, estabilizador de imagen y poco peso. Se pueden manejar con una sola mano. Sus precios rondan los 200 €.
Canon ofrece su serie PowerShot, que superan un poco los 400 €, con prestaciones algo más avanzadas. Pero son en esencia cámaras de fotos que tienen capacidad de vídeo. Así que pueden ser un gasto algo excesivo para el uso que se le va a dar.
También existen cámaras extremadamente baratas, como la Kenuo, por menos de 100 €, o incluso la Andoer, por menos de 40 €. Son una tentación muy grande, pero al mismo tiempo un riesgo pues ya se sabe que en muchos casos lo barato acaba saliendo caro.
¿Qué cámara comprar barata?
Actualmente se consiguen muchas cámaras de bajo precio con características atractivas.
Buena resolución y zoom óptico adecuado, óptica decente, y resistencia.
Se puede conseguir por ejemplo, la Easypix W1024, que es una cámara resistente al agua. Su resolución es de 10 MP, y un ofrece zoom óptico de 8 aumentos (8x). Pero este último dato es engañoso: es en realidad un zoom digital de 4 aumentos. Los 48,65 € del precio no lo justifican.
La FujiFilm FinePix JV300 es una compacta de 14 MP y zoom óptico 3X, que se ofrece por 55,00 €. Es una adquisición mejor por su mejor óptica y resolución, además de poseer una batería recargable.
Pero dentro del segmento de cámaras baratas, en el límite superior, está la Sony DSCW810S. Es una cámara compacta de 20 MP, con un zoom óptico de 6X. La óptica es muy buena, y por 97,59 € parece la mejor compra. Pero algunos usuarios se quejan de que puede llegar a ser demasiado lenta.
Evaluando precios y prestaciones, parece que la mejor decisión viene siendo la FujiFilm FinePix. Esto a pesar de que su zoom óptico está debajo del mínimo recomendado, sin embargo es una gran cámara en relación a su calidad-precio.
Mejores cámaras de fotos 2016.
Si se quisiera indicar de modo absoluto cuáles son las mejores cámaras de 2016, sólo habría que incluir las profesionales. Al menos eso es lo que podría parecer en principio. Pero lo que hace buena a una cámara no es sólo su nivel técnico, sino también cuál es su rendimiento en función de su uso. También como de buenas son sus prestaciones en relación con el precio que tiene. Tomando en cuenta esto, se pueden destacar dos cámaras fabricadas por la empresa Canon.
La primera es la Canon EOS 750D. Es una réflex no profesional, pero que con mucho cubre las expectativas de cualquier aficionado. Le da al usuario control casi total de todas las funciones ópticas de la cámara. El zoom óptico de 3X de la lente que trae puede parecer bajo, pero las lentes intercambiables pueden mejorar esa condición. Una cámara para aprender muchísimo. Su precio: 669,00 €.
La segunda es la Canon PowerShot SX170 IS, una compacta bastante robusta por 184,49 €. Ofrece 16 MP, zoom de 16X y estabilizador óptico. Tiene una batería durable, y una gran pantalla LCD. Puede considerarse fuera del rango de cámara barata, pero su precio no es prohibitivo, y su calidad muy alta.
Consejos para comprar una cámara de vigilancia
Para usar una cámara de vigilancia, hay que evaluar el entorno en que se utilizará. En estas cámaras importa la resolución, aunque no es imprescindible una resolución demasiado alta. Lo normal son 320p, de modo que 480p o 500p se consideran valores bastante altos.
Si la cámara se utilizará para vigilar en un entorno nocturno, es necesario que tenga capacidad infrarroja. Normalmente la grabación infrarroja se ve como un vídeo blanco y negro.
Hay que decidir la cantidad de cámaras que se instalarán, ya que esto aumenta el gasto. También que no desentonen con el entorno. En este sentido se recomiendan las pequeñas cámaras de domo. Existen las grandes cámaras de pedestal, de uso frecuente en ambientes industriales y en el exterior de bancos. Se usan también como cámaras de vigilancia callejera y en centros comerciales. Son cámaras que se notan bastante, porque parte de su intención es disuasiva. Se puede recurrir a cámaras ocultas, que se usan si no se quiere dar a conocer el hecho de que se les está vigilando.
Consejos para comprar una cámara espía.
Las cámaras espía son en principio, cámaras de vigilancia que se instalan para grabar sin que se sepa que la cámara está allí. Es importante dejar sentado como primer consejo, que el uso de una de estas cámaras podría ser penalizado. Todo depende del entorno en que se haya usado.
La cámara espía debe ser indetectable, así que las mejores en ese sentido son las que se parecen a objetos cotidianos o que pueden incrustarse dentro de estos. Recientemente se desató una polémica por el uso de cámaras espía que simulaban perchas de ropa. Habían sido colocadas en baños públicos de centros comerciales de EEUU.
Lo siguiente es la calidad, tanto de vídeo, como de audio. Una cámara de este tipo prescinde de muchos elementos en aras de la discreción. No siempre se logrará una grabación de calidad, sobre todo con poca luz. Tampoco el audio suele ser de calidad.
No hay que olvidar que las cámaras espía, por definición, graban sin permiso de los involucrados. Es necesario tomar las precauciones legales necesarias.
No obstante, existen escenarios en los que el uso de este tipo de cámaras sí que están permitidas, por ejemplo cuando se trata de grabar en tu propio domicilio para captar como se comporta la niñera con tus hijos cuando tu no estás o en una empresa en la que el empresario tenga sospechas de que alguno de los empleados no actúa como debe y desea cogerle con las manos en la masa.
Grabar en baños públicos o en lugares que puedan poner en riesgo la intimidad de las personas no sólo está mal visto sino que además pueden suponer duras penas para quienes realizan estas prácticas.
¿En qué debo fijarme para comprar una cámara deportiva?
Un segmento que ha crecido es el de las cámaras deportivas. Son cámaras de vídeo concebidas para grabar la actividad de deportistas desde una posición privilegiada. Esto es: el casco de un deportista extremo, o el manubrio de una motocicleta.
Las consideraciones importantes para estas cámaras tienen que ver con las intensas condiciones que sufren. La cámara debe ser por sí misma resistente. Pero adicionalmente debe contar con una carcasa externa transparente que le dé mayor protección. Además, la carcasa debe sellar la cámara contra la humedad. Algunas de estas cámaras no ofrecen la carcasa incluida, y hay que comprarla aparte. Otro tanto ocurre con los anclajes: accesorios que permite fijar la cámara al sitio desde donde va a grabar.
Una cámara deportiva debe ofrecer buena duración de la batería, además de permitir modos de ahorro de la misma. La memoria para almacenar vídeo debe estar en concordancia con esto, permitiendo tiempos adecuados de grabación. Debe además contar con un sistema de estabilización de la imagen. Es una cámara que va a estar grabando mientras se somete a movimientos y sacudidas bastante violentas.
Y aunque no es determinante, también hay que mirar el precio. Es importante comprar la mejor cámara que entre dentro de nuestro presupuesto, sin sacrificar mucho la calidad y las prestaciones de la misma.
¿En qué debo fijarme para comprar una cámara GoPro?
Decir GoPro, es lo mismo que decir Cámara Deportiva. La marca ha alcanzado una posición de indiscutible liderazgo entre las cámaras deportivas. Tanto que es la primera opción de mucha gente al adquirir esta cámara.
Pero antes de colocar el dinero sobre la mesa, es importante saber que no hay un único modelo de GoPro. Aunque todas parecen llevar el apelativo “Hero”. Las más sencillas ofrecen una resolución de 5 MP y son sumergibles. Tienen un precio que supera levemente los 200 €. Pueden ser una adquisición suficiente para quien desea grabar sus actividades sin gastar mucho.
A medida que se avanza en precio, se añaden prestaciones a las cámaras. Conectividad Wi-Fi y Bluetooth, posibilidad de controlar la cámara con el móvil. Aumento de la resolución, mayor resistencia a la inmersión, menor peso y programa de edición de vídeo integrado en la cámara.
En resumen, hay que comparar lo que se puede pagar con el precio que tiene la cámara que uno quisiera. Cuando los números cuadren, se puede tomar una decisión inteligente en el sentido de comprar la cámara. Eso sí, todas ellas tienen una excelente calidad.
¿Consejos para comprar una cámara acuática?
Una cámara acuática es, sencillamente, una cámara que puede funcionar bajo el agua. Esto, siempre, hasta cierta profundidad: no se trata únicamente de una cámara que simplemente pueda mojarse. La característica “acuática” ya les da una connotación especial, por lo que no son cámaras comunes. Para decidir qué cámara acuática comprar, entonces hay que considerar el tipo de actividad acuática que se hace.
No tiene sentido comprar una cámara sumergible que resista hasta 40 metros, para usarse en vacaciones playeras. Igual que un submarinista profesional se quedará corta si explora un arrecife con una compacta resistente al agua. Si la cámara acuática se usará en deportes extremos, como surf o pesca deportiva, hay que agregar resistencia a golpes.
Y dentro de cada nicho hay rangos de precios variados, lo mismo que variadas calidades. Suele ser mejor inversión decidirse por cámaras de marcas que han demostrado experiencia en este rubro. Antes de caer en la tentación de comprar una cámara barata que ofrezca mucho, hay que conocer cual ha sido la experiencia de otras personas con respecto a ella. Normalmente hay reseñas de usuarios previos o especialistas que han evaluado la cámara. Así puede uno decidir sobre la base de la experiencia que otros han tenido. Y si no hay reseñas, mejor esperar un poco.
¿Cómo comprar cámara web por internet?
El concepto de “Cámara Web” puede referirse a una cámara que se usa como accesorio del ordenador. Está pensada para usarse para hacer vídeollamadas en software tales como Skype, Facebook o WhatsApp. No obstante, también pueden ser utilizadas para grabarse así mismos y subir posteriormente el vídeo a la red. El otro tipo de cámara web se llama Cámara IP, y es una cámara de vigilancia conectada directamente a internet. No requiere ordenador, y se puede supervisar remotamente por usuarios autorizados para supervisar lugares a distancia.
Antes de comprar una cámara web, el primer criterio a tener en cuenta es saber cuál de los dos usos se pretende dar a la cámara, debido a que éstos son marcadamente distintos, y los costes también difieren entre ambos. Las cámaras utilizadas para realizar videollamadas sólo requerirán de una buena resolución (1080p es lo normal y aceptable) así como un buen audio asociado. También es importante que posean cierta comodidad de uso, y que puedan instalarse sin problemas en el sistema operativo.
La cámara IP debe más bien tener capacidad para grabar en distintas condiciones de luz. Debe tener buena seguridad para que otras personas no puedan acceder a ella. Se debe poder colocar en sitios desde donde se domine la escena que se quiere vigilar. Es importante recordar que una cámara web para realizar videollamadas no suele servir muy bien como cámara IP y viceversa.
¿Qué cámara comprar para viajes?
Una cámara para viajes, sea fotográfica o de vídeo, se adquiere para llevar registro de la actividad desempeñada. Sean vacaciones o viajes de trabajo, la cámara en todo caso es preferible que sea liviana. Además, es importante que se pueda usar en exteriores, por lo que algunos factores a tener en cuenta son el hecho de que pueda resistir al agua y al polvo. A menos de que se vaya a usar en ambientes acuáticos, no es imprescindible que sea sumergible. Se puede ceder en la resolución de la cámara si sólo se va a usar para llevar un registro.
Una primera opción es la serie Olympus TG Tough. Pensada como una cámara para entornos algo movidos, su gama de precios arranca en 260 €. Ideal para trabajos de campo o vacaciones a la intemperie.
La Canon EOS 1200D, es una opción más avanzada. Por unos 360,00 €, permite fotos de gran calidad en entornos viajeros al aficionado que tenga mayores expectativas. Esta última, no es sumergible.
¿Qué cámara comprar para estudiar fotografía?
Dos cosas a tener en cuenta: el estudiante de fotografía que se inicia debería elegir una cámara para principiantes. Y el estudiante avanzado debe decantarse por una cámara de prestaciones profesionales. Esto no tiene que ver con la calidad de la cámara, sino con las necesidades del fotógrafo. Estas recomendaciones se dirigen al estudiante que se inicia. Un estudiante que lleva tiempo, ya tiene mucho mejor criterio a la hora de seleccionar la cámara. Para empezar, debe decidirse por una réflex.
Dos cámaras ya mencionadas, la Canon EOS 1200D, y la EOS 750D, son sin duda excelentes opciones para iniciarse en el mundo de la fotografía. También se recomienda la Nikon D3300, o la Pentax K50. Todas tienen óptica intercambiable, y dan control manual al usuario. Además, su precio no alcanza los 500 €, lo que es un factor importante.
A medida que el fotógrafo principiante vaya progresando, encontrará útil la adquisición de otros sistemas ópticos y objetivos. Podrá ir agregando filtros, soportes y otros extras que amplíen su equipo fotográfico. Pero eventualmente, puede ocurrir que las prestaciones de la cámara le resulten insuficientes. Será entonces cuando seguramente se decidan por comprar una cámara superior o dar el salto hacia las cámaras profesionales.