En la mayoría de hogares españoles, Internet no llegó hasta principios o incluso mediados de la pasada década. Es decir, que como mucho llevamos quince o dieciséis años disfrutando de esta tecnología en nuestros hogares. Eso no quita que se haya convertido en algo imprescindible a estas alturas para cualquier vivienda, ya sea para trabajar, para estudiar, para ver la televisión o simplemente para estar conectados al resto del mundo. Por eso es tan importante disponer de una buena conexión a Internet en nuestro hogar, aunque a veces cueste conseguirlo.
Y no hablamos de las líneas que hoy en día se ofrecen en nuestro país, un terreno en el que poco a poco ya se está avanzando, ofreciendo velocidades acordes al resto de Europa, sino de la posibilidad de llevar la conexión desde el punto central o router a los demás rincones de nuestra vivienda. En algunas no es complicado porque no son demasiado grandes y solo disponen de una planta, pero en otras es mucho más difícil por la aparición de muros, techos y la lejanía entre un punto y otro. ¿Hay alguna forma de solucionar esto? Ahora lo veremos.
¿Por qué el WiFi no llega bien a toda la casa?
Es uno de esos problemas habituales en casi cualquiera vivienda, algo que a veces puede suponer un verdadero quebradero de cabeza, porque estamos hablando de la necesidad de conectar un dispositivo a una red que llega muy floja o de manera intermitente. Seguro que lo habrás sufrido más de una vez, y te habrás desesperado por no encontrar una solución razonable para ello. Para encontrarla, lo primero es buscar la raíz del problema. ¿Por qué la señal del WiFi no llega bien a algunos rincones de nuestra casa?
Un mal router
Si el router que tenemos conectado a la línea directa de Internet no es capaz de enviar la señal de una manera eficiente al resto de la casa, vamos a tener muchos problemas a la hora de disfrutar del WiFi en esos últimos rincones más alejados. Por eso conviene conseguir buenos routers que además vengan con varias antenas potentes y a poder ser, dirigibles, para que la señal pueda llegar de una manera mucho más directa al lugar donde menos intensidad tiene.
Una mala ubicación
El router no solo debe ser potente, sino que también debe estar en un lugar apropiado para que pueda transmitir sin problemas la señal primigenia a todos los dispositivos que necesitemos. Esto será complicado cuando tengamos una vivienda de dos pisos, por ejemplo, o haya muchas paredes y demás obstáculos en medio. Trataremos de buscar el punto exacto de equilibrio para que la señal llegue con la fuerza suficiente a cualquier lugar que deseemos.
Una línea demasiado lenta
Hoy en día,
contratar una línea de Internet por debajo de los diez megas puede ser contraproducente para cualquier hogar donde se suela utilizar Internet de manera intensiva, o donde suela haber un par de dispositivos utilizando a la vez la línea. Y es que
si nuestra línea es insuficiente, si tiene pocos megas, nos llegará una señal muy débil, sobre todo si la debemos compartir con otros dispositivos. Para ello, lo más recomendable es conseguir al menos 20, 50 o incluso 100 megas, si nuestra intención es ver películas online, jugar y demás.
Consejos para mejorar nuestra red WiFi
Estamos viviendo una situación límite. Nuestro cuarto está lejos del router principal, y la señal nos llega tan débil que a veces ni siquiera podemos reproducir vídeos o conectarnos con nuestro terminal móvil a la red WiFi. ¿Qué podemos hacer para solucionar este problema? Nosotros vamos a proponerte algunos consejos que seguramente te ayuden mucho en este sentido, porque son muy sencillos, pero eficaces.
Cambiar la ubicación del router
Es la primera solución, la más obvia, porque de esta manera tal vez consigamos que la red llegue con una potencia suficiente a lugares de la casa donde antes era imposible conectarse. Sin embargo, hay muchos inconvenientes en esto. Por lo general, la línea de internet, ya sea línea normal o fibra, suele entrar por un punto concreto de la vivienda, y eso hace que el router no pueda estar muy lejos de ese punto de conexión primigenio. Sin embargo, existen los cables Ethernet para llevar toda esa potencia de red más allá, aunque eso significa tirar cables por toda la casa. Siempre es recomendable también poner el router en un sitio “al aire”, para que las paredes cercanas no corten la conexión.
Canales poco saturados
Cada vez que conectamos nuestro
WiFi, la conexión se realiza por un canal concreto (podemos verlo en la mayoría de herramientas para configuración de redes) Ocurre que,
en ocasiones, al haber tantas redes inalámbricas trabajando al mismo tiempo, nuestra conexión puede conectarse en el mismo canal que otra, lo que provocará las indeseables interferencias de frecuencia que desgastarán y mucho la potencia de nuestra red. ¿Cómo se soluciona esto?
Podemos acceder directamente a nuestro router y configurar un canal de conexión que no esté tan saturado, para mejorar la señal. Es algo un poco complicado si no tenemos muchos conocimientos informáticos, pero gracias a tutoriales como
éste resultará mucho más sencillo.
Dispositivos de mejora de la red
Es una de las fórmulas más habituales para
conseguir que la conexión llegue a toda la casa, ya que es barata y normalmente suele dar muy buen resultado. En el próximo apartado incidiremos más en estas alternativas, pero basta con saber que
podemos colocar un router en cada planta de la vivienda, por ejemplo, para que la señal se amplifique, o dispositivos que cumplen esa misma función en las habitaciones en las que el WiFi no nos llegue con la intensidad que queremos.
Es una alternativa barata y muy interesante, como vamos a ver a continuación.
Fórmulas para llevar la red WiFi a todo nuestro hogar
Las alternativas para conseguir que nuestra WiFi llegue a todos los rincones y habitaciones de nuestro hogar han crecido en los últimos años, tanto como la necesidad de estar constantemente conectados a Internet. Por eso hoy en día encontramos diferentes fórmulas que pueden adaptarse a casi cualquier tipo de situación que tengamos. Elegiremos la que más nos convenga de todas estas alternativas, que se basan casi en lo mismo, pero ofreciéndolo de una manera diferente, para que cada cual escoja la que más le convenga.
Varios routers en casa
Es una de las primeras alternativas que surgieron cuando este problema comenzó a extenderse.
Especialmente útil para casas con varias plantas, podemos ubicar el router principal junto a la conexión de Internet, y el secundario en la planta de arriba, para que reciba esa conexión de forma inalámbrica o a través de un cable especial, y que la expanda a todo ese piso, en el que normalmente
no suele llegar bien el WiFi por encontrarse en otra estancia. Es una alternativa relativamente barata y sencilla, ya que el segundo
router hará la función de repetidor.
Si tirar un cable por parte de la casa no es problema, nosotros recomendamos esta alternativa para mantener casi al cien por cien la conexión, ya que de una planta a otra, incluso con el nuevo router, se perdería parte de la potencia.
Repetidores Wifi en sitios estratégicos
En este caso no hablamos de routers en sí, sino
simplemente de aparatos que reciben la señal y la rebotan, amplificándola en algunos casos, para lograr que llegue a cualquier lugar de la vivienda. Suelen ser
dispositivos baratos como
éste, que además
tienen muy buena potencia de señal y nos darán un resultado magnífico. Se utilizan sobre todo dentro de una misma planta, en aquellos lugares donde la red no llega con suficiente potencia. Lo que sí que
hay que tener muy en cuenta es que deben ser colocados en el punto intermedio perfecto, allí donde todavía hay señal, para que al menos la pueda recibir con cierta fuerza y hacerla rebotar hasta las habitaciones de alrededor.
Son fáciles de conectar a la red y su configuración es bastante básica.
PLC, Internet a través de la red eléctrica
El último sistema del que vamos a hablar también está teniendo mucho predicamento últimamente, porque
suele ser algo más caro que los anteriores, pero bastante más efectivo. Se trata de los
dispositivos PLC, que son muy parecidos a los repetidores de señal que vimos antes, pero con la diferencia de que con este sistema,
la red se transmite a través de la red eléctrica. Estos aparatos sirven para convertir la señal Wifi en impulsos eléctricos que luego son reconvertidos, allá donde los volvamos a conectar, en red WiFi,
llevando la conexión a esos lugares donde no llega bien sin importar lo lejos que esté, al moverse por la red eléctrica. Como decíamos, estos dispositivos, que se venden en parejas, suelen ser algo más caros que los anteriores, pero
el resultado que dan es espectacular y en muchas ocasiones es la única forma de acabar con los quebraderos de cabeza.