No hay duda de que
el café, en todas sus variantes, es una de las bebidas más populares en todo el mundo. Para algunos es ese imprescindible empujón de cafeína a primera hora de la mañana para poder despertarse por completo y afrontar todo el día que tienen por delante.
Para otros es un auténtico placer que saborean con exquisitez, por su esencia más que por cualquier otra razón. También puede ser la excusa perfecta para poder hablar con esa persona a la que hace tiempo que no vemos…
El café es ya parte de nosotros mismos, incluso aunque no nos guste.
Hay verdaderos amantes de esta bebida que no pueden vivir sin ella, algo que en cierto punto puede llegar a ser peligroso ya que la cafeína que incluye el café (salvo en su variedad descafeinada) puede llegar a provocarnos cierta adicción, acostumbrado a nuestro cuerpo a sus efectos a primera hora de la mañana, y encontrándonos cansados y fatigados si no podemos beberlo. Sin embargo,
si sabemos controlar su consumo, el café puede ofrecernos muchísimos beneficios más allá de mantenernos despiertos por las mañanas. Aquí te vamos a dar unos consejos para que puedas prepararlo en casa de la forma más exquisita.
Los beneficios que el café nos aporta
Muchos entienden el café como una de esas cosas necesarias en su vida para poder seguir adelante, en este caso, para despertarse del todo y con la fuerza suficiente para ir a clases, a estudiar o al trabajo. Sin embargo,
lejos de lo que muchos piensan, el café también puede ofrecernos muchísimos beneficios, siempre que lo tomemos de una manera controlada. Por ejemplo, un par de tazas al día es lo más adecuado. Pasarse de eso ya puede suponer algo peligroso para nuestro organismo, a medio y largo plazo.
El más evidente de los beneficios del café es que nos mantiene despiertos, pero no solo eso, sino también alerta, con mayor capacidad de concentración, algo perfecto para las mañanas o también para cuando tengamos que quedarnos despiertos hasta tarde estudiando o trabajando, por ejemplo. Además de nuestra atención,
el café también mejora nuestro rendimiento físico, así como nos previene de sufrir algunas enfermedades como el Parkinson, el Alzheimer o la diabetes de tipo 2. Por si fuera poco, si lo tomamos solo o con leche desnatada, también ayudará a quemar grasas y es perfectamente compatible con cualquier dieta.
¿Por qué prepararlo en casa y no tomarlo fuera?
Si el tomar café es para ti casi una tradición con tus amigos y lo haces como algo netamente social, entendemos que prefieras tomarlo fuera de casa, aunque por supuesto, siempre puedes invitar a café a tus amigos en tu propio hogar. Si simplemente tomas café fuera porque piensas que está más rico que el que tú puedes preparar… después de leer este artículo seguramente tu percepción cambie.
Te aseguramos que siguiendo algunos consejos básicos puedes llegar a preparar un café delicioso en tu propia casa.
Con esto
no solo ahorrarás dinero, algo que siempre cuenta en estos momentos de crisis,
sino que también podrás disfrutar del café a tu entero gusto, o ir cambiando cada día según te vaya apeteciendo. En muchos momentos, eso de salir a tomar café se convierte en algo demasiado largo como para poder escaparnos de casa, y no tenemos más remedio que hacerlo nosotros mismos en la cocina. Por eso
lo mejor es aprovecharnos y conseguir un café perfecto, para tomarlo en casa en cualquier momento que queramos, ya sea primera hora de la mañana o llegando la noche, para mantenernos despiertos trabajando.
Consejos para preparar el mejor café casero
Por pereza, por falta de tiempo o por subestimarnos como cafeteros,
en muchas ocasiones hemos pensado en hacer nosotros nuestro propio café casero, pero al final hemos desistido por alguna de esas razones, o por cualquier otra excusa que se nos ocurriera. Sin embargo, como podrás comprobar a través de estos simples y eficaces consejos que vamos a darte a continuación,
cualquiera puede hacer un buen café en casa, porque además, el buen café es el que está al gusto de uno, por lo que todo dependerá de nuestra propia manera de entender lo que es “buen café”.
Utilizar siempre un buen grano
El mejor café se hace con un buen grano de café, ya sea colombiano, brasileño o de cualquier otro país que exporte en cantidades ingentes estos granos.
Si no nos supone demasiada molestia, compraremos el café así, en grano, en lugar de molido, porque se mantiene mucho más fresco y sabroso. Además,
buscaremos granos que estén recién tostados, en lugar de que lleven ya mucho tiempo así, para que el sabor sea más intenso.
Es importante también molerlo por nosotros mismos justo antes de tomarlo, ya que de lo contrario puede perder buena parte de sus beneficios.
Guardar bien el café
Los granos comprados los guardaremos en un recipiente cerrado, preferiblemente de cristal. Es conveniente mantenerlo en un lugar seco, sin olores y sin luz directa del sol, para que no pierda sus propiedades y aguante mucho tiempo sin oxidarse. Por eso
es importante que el recipiente esté herméticamente cerrado y el café no entre en contacto con el oxígeno, porque podría estropearse mucho antes.
Encontrar el equilibrio entre el café y el agua
Si disfrutamos de verdad del sabor intenso y exquisito de un buen café, mezclarlo con demasiada agua puede ser falta para ese sabor, ya que estaremos menguando sus mejores características. Por eso es necesario encontrar el equilibrio perfecto entre el café y el agua, y en caso de ponerle leche, también ésta última.
Una recomendación que puede servir de base es utilizar dos cucharaditas de café (unos 10 gramos ya molido) por cada 180 ml de agua. De esta manera, en tazas más grandes, podremos poner incluso tres o hasta cuatro cucharaditas, si nos gusta de verdad ese sabor intenso, o ir bajando desde esa medida de referencia.
Utilizar una cafetera de calidad
Tener una buena cafetera en casa es imprescindible para que nuestro café salga como queremos, delicioso y exquisito, a nuestro gusto. Y es que una cafetera de mala calidad puede estropear incluso el mejor grano, por tener unos componentes que no se adaptan bien a la preparación del café. Suele ocurrir con las cafeteras muy baratas o demasiado viejas.
Existen muchos tipos diferentes de cafeteras, y estará en nosotros escoger la que más se adapte a lo que buscamos, tanto en gusto por el café como en presupuesto. Y por supuesto, una vez la tengamos con nosotros, hay que cuidarla bien.
Cuidar también la temperatura del agua
Cuando uno prepara un café siempre piensa que todo esté en la calidad del propio café en sí, y no tanto en la del agua.
Mucha gente incluso utiliza agua del propio grifo, echando por tierra cualquier tipo de sabor intenso que el café pueda tener. Aunque parezco algo demasiado delicado, lo mejor es utilizar agua mineral, a una temperatura ambiente al principio, para
calentarla hasta que casi empiece a bullir, es decir, a unos 90º aproximadamente. Esa será la temperatura que luego tenga el café. Y si queremos mantenerla, mejor beberlo en tazas adecuadas, de porcelana por ejemplo, ya que el cristal hace que se enfríe mucho más rápido.
Donde encontrar buen café y buenas cafeteras de calidad
El café de calidad se puede comprar en tiendas especializadas, sobre todo si vamos en busca también de café orgánico o de comercio justo. Se trata de granos que vienen directamente desde el proveedor y que sin ser mucho más caro, permite sobrevivir a todos aquellos que tienen plantaciones pequeñas en países sobre todo latinoamericanos, frente al empuje de la oligarquía de las grandes marcas.
Suele ser un café fresco y delicioso, así que matamos dos pájaros de un tiro.
Como ya expusimos arriba,
mejor comprar el café en grano que no molido, para poder molerlo a nuestro gusto en casa justo antes de tomarlo y que así conserve mucho mejor sus propiedades, de lo contrario, se oxidará.
El café puede hacerse de muchas formas diferentes, dependiendo de la cantidad de leche o incluso de aditivos que le pongamos (no solo el azúcar o el edulcorante, sino el cacao, la nata, la vainilla…) Por eso siempre hay un café perfecto para cada persona, y solo tenemos que encontrar el nuestro…
y perfeccionar nuestra técnica para prepararlo al gusto.
En cuanto a las cafeteras, se venden en cualquier tienda o gran almacén, y existen también muchísimas variedades, desde las que van por cápsulas (no muy recomendables) hasta las típicas que siguen utilizando el émbolo. Si los precios de las cafeteras nuevas te parecen demasiado altos,
también puedes acudir al mercado de segunda mano, buscando en los portales de anuncios clasificados aquellas alternativas que puedan ser interesantes y que tengan un precio adecuado a tu presupuesto, para que no te limites a la hora de adquirir la mejor cafetera posible, aunque sea de segunda mano. Si está bien cuidada, puede seguir durando muchos años.