Dicen que quien más quien menos, todos llevamos una
estrella del rock en nuestro interior. Incluso esas personas más intimistas y tímidas, que no gustan de llamar mucho la atención, sueñan en muchas ocasiones con formar parte de alguna orquesta de nivel, o ser pianistas reconocidos mundialmente.
La música es un lenguaje universal que nos une por encima de cualquier otro, y es raro encontrar una casa en la que no haya algún instrumento musical, desde una guitarra olvidada en un rincón a un gigantesco piano de cola en medio del salón, dependiendo también de la riqueza de cada cual.
Muchas veces, cuando somos jóvenes sobre todo, tenemos una
ilusión tremenda por aprender a tocar algún instrumento. Los más habituales, la batería, la guitarra o el bajo, son relativamente asequibles, pero necesitamos un
lugar donde poder ensayar, así como mucho dinero para pagar también cuerdas, amplificadores, etc… El precio de los instrumentos nuevos hace que muchas personas hayan puesto sus ojos en
el mercado de segunda mano como otra opción mucho más económica a la hora de empezar a cumplir su sueño de convertirse en músico. Y es que muchas estrellas empezaron con una guitarra vieja y ya usada, comprada por unos cuantos billetes...
Calidad de los instrumentos de segunda mano
Como en cualquier otro sector, en el de la
fabricación de instrumentos musicales también hay diferencias de calidad entre unas marcas y otras. El tipo de madera, por ejemplo, suele ser muy importante en guitarras, bajos, baterías… ya que supone buena parte del sonido del instrumento.
A mejor madera, más caro será, por supuesto. En las guitarras eléctricas cuenta también mucho el tipo de pastillas que lleva, ya que eso supone también un cambio importante en el sonido final del mismo. No es lo mismo comprar una Fender Stratocaster original que una Squier Strato, de la misma
marca, pero con peores maderas y un acabado menos pulido.
Acudir al mercado de segunda mano para encontrar un buen instrumento puede ser una buena solución, por ejemplo, para aquellos que ya tienen muy clara su elección, pero no pueden pagarla. Cuando sabes que tu guitarra perfecta es una Gibson Les Paul de color negro, por ejemplo, pero no te puedes permitir pagar la gama media, que ronda los 1.000 euros, acudes a estos anuncios y
encuentras guitarras de ese tipo por la mitad de precio. Pero claro, hay que tener muchas cosas en cuenta.
Tiempo de uso y estado general del instrumento
Lo primero que miraremos en un instrumento de segunda mano es el
tiempo de uso que haya tenido y el estado en el que esté. Aunque pueda parecer ilógico, ambos conceptos no tienen por qué ir unidos. Si encontramos un anuncio de un
músico profesional o semiprofesional que vende su bajo, por ejemplo, después de tres años tocándolo, es muy probable que ese instrumento esté en un estado casi perfecto, puesto que el músico se habrá encargado de mantenerlo así y cuidarlo de la mejor manera posible para que siga dando un buen resultado.
Comprar instrumentos a profesionales
Siempre que tengamos ocasión,
buscaremos comprar nuestro instrumento de segunda mano a un profesional, ya que como hemos considerado anteriormente, suelen ser mucho más cuidadosos con este tipo de objetos, y los tratan tan bien que parecen nuevos incluso cuando ya tienen varios años de uso. Además, nos podrán explicar las
ventajas reales de tal o cual instrumento. Piensa, por ejemplo, que si un músico profesional escogió tal o cual guitarra en su momento es porque esa guitarra nos ofrece calidad y seguridad. Y ahora la puedes conseguir tú también por mucho menos. Existen multitud de foros de compra-venta de instrumentos musicales en donde
la mayoría de usuarios son músicos profesionales.
Poner fotos de confianza
En la mayoría de portales de anuncios no existe un sistema para puntuar la confianza en los vendedores, porque suelen ser simplemente personas anónimas que quieren vender algo muy de vez en cuando. Es por eso que la confianza tendrá que llegarnos de la manera más física posible. Si estamos en la otra punta del país es obvio que no podremos probar el instrumento, pero sí podremos observar fotografías del mismo, lo más reales posibles, e incluso vídeos comprobando su correcto funcionamiento. Debemos exigir al vendedor este tipo de pruebas, sobre todo si está lejos, para asegurarnos que compramos lo que dice y que no estamos siendo engañados.
Buscando instrumentos en nuestra ciudad
Es cierto que podemos tomar las precauciones que advertimos en el párrafo anterior, pero también es verdad que no hay nada mejor que probar con nuestras manos el instrumento que vayamos a comprar. Por eso mismo, a la hora de elegirlo, le daremos prioridad a los que podamos encontrar en nuestra propia ciudad, cerca de donde vivimos, de manera que podamos acudir a probarlo y quedarnos seguros de que es justo lo que estábamos buscando.
Con los instrumentos musicales ocurre muchas veces como con la ropa, hasta que no los probamos no sabemos si realmente nos sientan bien. Nos pueden gustar mucho por su aspecto y por sus características, pero la prueba definitiva es sentirlo, probar en nuestras manos, disfrutar de ese sonido que buscamos y entender que efectivamente, es el instrumento perfecto para nosotros. Vale la pena incluso pagar un poco más por la posibilidad de probarlo antes de comprarlo, siendo esta una de las mejores recomendaciones que podemos hacer al respecto.
¿Qué instrumento me compro?
La respuesta a esta pregunta solo la tienes tú. Evidentemente, si no tienes mucho sitio en casa y quieres tocar algo relativamente sencillo, la guitarra puede ser una solución bastante factible. Si lo que te gusta es aporrear y tienes buen ritmo, pero no te gustan los cables, lo tuyo es la batería (o cualquier otro instrumento de percusión), siempre que tengas un buen sitio donde ensayar sin volver locos a los demás, claro está. Las necesidades y peculiaridades de cada uno nos harán elegir el instrumento que más nos guste.
Eso sí, dentro de las baterías hay muchísima variedad, tanto de calidad como de precio. En las guitarras ocurre lo mismo, incluso a un nivel superior. Y con los bajos, flautas, teclados… Si estamos empezando en esto de la música, lo mejor es comprar un instrumento de principiante, para probar si de verdad nos gusta tocar eso que hemos elegido. Por ejemplo, existen muchos combos de guitarra y amplificador, que nos permitirán tocar ya desde el primer momento, a precios muy reducidos. Es obvio que no son los de mayor calidad, pero eso vendrá después, cuando ya sepamos definitivamente que ése es el instrumento que queremos.
Gastarnos una gran cantidad de dinero desde el primer momento puede ser arriesgado, ya que corremos el riesgo de dejar olvidada la guitarra o la batería en un rincón sin tocarla, por puro aburrimiento, por frustración o por cualquier otro motivo. Así es como muchos luego venden instrumentos prácticamente nuevos, permitiendo a los que sí que saben obtener gangas increíbles con ellos. Por eso es importante también cambiar el chip si ya somos músicos desde hace muchos años, y sabemos un poco del tema. Tendremos más información para poder elegir el instrumento perfecto e iremos “a tiro hecho”, sabiendo lo que nos gusta, lo que queremos y cómo lo queremos.
Instrumentos de stock y reacondicionados
Ante la pujanza de Internet y de los portales de anuncios de segunda mano en los últimos años, muchas
tiendas de música se han subido al carro viendo que hay un gran negocio en este tipo de búsquedas. Evidentemente no venden sus productos nuevos a precios más bajos, pero sí por ejemplo aquellos
modelos que ya han quedado “anticuados” (algo que suele pasar en dos o tres años, dependiendo del instrumento) o también los que recuperan por haber sido devueltos sin garantía.
Estos instrumentos no son nuevos, pero apenas han sido tocados. Provienen, por ejemplo, del
stock no vendido de una tienda, siendo las típicas guitarras que la gente prueba a la hora de comprarse un amplificador, por ejemplo. Suelen estar muy bien conservados y además, traen como ventaja un mínimo de un año de garantía.
Sus precios son menores, aunque con una diferencia no demasiado importante con respecto a ese mismo instrumento nuevo. De todas formas son buenas ocasiones de encontrar buenas gangas en un estado casi perfecto.
En cuanto a los
instrumentos reacondicionados, se trata de los que la propia tienda (o el lutier) ha tenido que arreglar, después de algún tipo de desperfecto de uso. Dependerá de la habilidad de la propia tienda o el artesano en cuestión el que el instrumento siga sonando igual que antes, aunque evidentemente,
su estado no será perfecto. Eso sí, el precio suele ser bastante inferior, y es una de esas opciones para conseguir un instrumento que en situaciones normales quedaría fuera de nuestro alcance, corriendo el riesgo, eso sí, de que su vida con nosotros no sea tan larga como esperamos.
En el caso de estos productos reacondicionados, como hemos comentado anteriormente,
probarlos es de vital importancia para comprobar hasta qué punto funcionan correctamente, ya que habrá algunos que nos den muy buenos resultados y otros que simplemente sirvan para unos meses.