Dicen que los mejores guitarristas del mundo son capaces de hacer sonar a gloria cualquier guitarra que cojan entre sus manos, por muy mala o barata que sea, porque
el auténtico secreto del sonido está en las propias manos del guitarrista. Sin embargo, la mayoría llevan guitarras de muchos miles de dólares, las mejores del mercado, enchufadas a equipos igualmente carísimos… Así que
tener una buena guitarra tampoco será tan secundario. Nosotros tal vez no podamos llegar a ese nivel de profesionalidad, pero al menos sí que
podemos elegir con sabiduría la guitarra perfecta según lo que necesitemos.
A la hora de comprar una guitarra son muchas las preguntas que nos debemos hacer, para ir tomando decisiones y elegir la más adecuada. Por ejemplo,
el simple hecho de tocar solo en casa o querer salir a tocar ante el público ya puede definir nuestra elección, así como el tipo de madera que deseamos, las pastillas… e incluso el diseño. Todo ello cuenta para elegir la guitarra perfecta para nosotros, y
lo mejor que podemos hacer es analizar todas esas cuestiones a fondo, para que nuestra compra valga la pena y no tengamos que arrepentirnos de ella al poco tiempo.
¿Tan importantes son las características de una guitarra?
Tal vez para un principiante no tanto, pero
para cualquier persona que lleve ya unos años en esto de la música, tener un instrumento de calidad es algo imprescindible porque notará la diferencia al instante, por el sonido, por la comodidad… Si tocamos la guitarra, lo usual es pasar un rato ensayando todos los días, por lo que echaremos mucho tiempo con nuestro instrumento, y
qué menos que sentirnos cómodos con él, tanto por su estética y su forma como por su sonido.
Las características cambiantes entre sí de las guitarras sirven para afinar cada vez más el sonido que andamos buscando. Cada guitarrista tiene su propio sonido, aunque al principio obviamente siempre queramos parecernos a nuestro ídolo.
Buscaremos ese sonido especial con el que nos sintamos a gusto y que ayude a desarrollar la música que hacemos, por supuesto. Esto lo conseguiremos con los pedales de efectos y con los amplificadores, que dotarán de un color especial nuestra forma de tocar, pero también con la guitarra, puesto que
su forma, sus pastillas, su circuitería, sus cuerdas, determinarán también en gran manera el sonido que conseguiremos.
Criterios a la hora de comprar una guitarra
Llegamos a una tienda de guitarras y nos quedamos embobados con toda la variedad que tienen,
recordando haber visto tal modelo en manos de ese guitarrista que tanto nos gusta, o ese otro en aquel mítico concierto al que fuimos hace años… Y es que el diseño es particularmente importante a la hora de tomar la decisión de comprar una u otra guitarra, aunque luego el sonido tenga poco que ver con él (nos referimos a los colores, ya que la forma sí que cuenta). Por eso,
aunque nos dejemos embelesar por la guitarra más bonita del mundo, hemos de tener en cuenta también otro tipo de cuestiones importantes.
Comodidad
Vamos a pasar mucho tiempo con esa guitarra en nuestras manos, y también colgada, así que
sentirnos cómodos es lo mínimo que podemos pedirle a una guitarra. Por cara que sea, por bonita que nos parezca, si no estamos cómodos tocando ya desde el primer momento, esa guitarra no es para nosotros.
Piensa en todo el tiempo que deberás ensayar para llegar a un buen nivel, e imagínate haciéndolo en una guitarra que no puedes tocar por más de media hora, por ejemplo. La comodidad tiene que ver con la ergonomía del diseño de las guitarras, y algunas, como las Flying V y otros modelos “extravagantes”, pueden ser algo más incómodas, aunque más vistosas también.
Madera
Hay guitarras muy diferentes según el tipo de madera con el que hayan sido construidas, desde el arce al palisandro, más baratas y más caras, por supuesto. El sonido, evidentemente, se ve afectado por ello, pero sobre todo la construcción es lo que importa, la calidad de los materiales y la durabilidad de la guitarra.
Buscaremos, más que el sonido perfecto, una guitarra resistente y versátil, con la que podamos tocar casi cualquier estilo. Las Gibson suelen ser de un solo cuerpo, las Fender vienen en dos partes (mástil y cuerpo), las Ibanez combinan… Cada cual tiene su propia forma y sus propios materiales, pero en general,
para empezar, casi cualquier tipo de madera es buena, siempre que tengamos en cuenta las limitaciones de presupuesto.
Pastillas
Pueden ser el componente más importante a la hora de cambiar el sonido de nuestras guitarras. Por suerte, las pastillas pueden ser cambiadas por otras de mayor calidad, o con un sonido que se acerque más a lo que buscamos, sin tener que gastarnos mucho más dinero en otra guitarra. Existen miles de combinaciones posibles, y normalmente,
las guitarras con dos buenas pastillas, por ejemplo de la marca Seymor Duncan, suenan exageradamente bien para casi cualquier guitarrista.
Precio
Es evidente que el precio limitará, como ocurre siempre, nuestra posible decisión. Si pudiéramos, seguramente todos compraríamos una Fender Stratocaster americana del 60, o una Gibson Les Paul del 70, pero los precios desorbitados de estas nos hacen buscar opciones mucho más económicas. Para empezar,
cualquiera guitarra de 200-300 euros puede ser una opción más que razonable, sobre todo para ir aprendiendo e investigando en busca de nuestro propio sonido. Para guitarras de marcas ya más conocidas y con un sonido verdaderamente profesional nos tendríamos que ir a los 700-800 euros.
Y si de verdad queremos tener la guitarra de nuestro ídolo, los modelos signature de las marcas más famosas suelen sobrepasar los 1.000 euros.
Marca
Es también de una importancia capital a la hora de elegir la guitarra, aunque siempre muy relacionada con el precio.
Las marcas más importantes son Gibson, Fender, Musicman e Ibanez, por delante de otras menos conocidas como Cort, Grestch, Tokai… Muchas de ellas tienen también filiales con productos más económicos, aunque también con peores materiales (como ocurre con Squier y Fender). Como en cualquier otro mercado, pagar la marca significa desembolsar un “extra” por poder tener una auténtica Gibson o una Fender de verdad. Sin embargo,
estas guitarras están fabricadas en sitios muy diversos, y la calidad también varía, por lo que en ocasiones, una marca prestigiosa no te asegura la mejor relación calidad-precio.
Estilo
El estilo que toquemos será también determinante a la hora de elegir nuestro instrumento, puesto que debemos adaptarnos al sonido que es habitual en ese género. Aunque se puede tocar metal con una Telecaster, lo habitual es utilizarla para el blues y el jazz, y dejar los géneros más extremos para las Dean, Ibanez o Gibson.
No se trata solo de marcas o de modelos, sino de la versatilidad que podemos conseguir para encontrar un sonido que se adapte a todo lo que necesitamos. Y para eso, pocas guitarras son más versátiles que las Ibanez, relativamente económicas y con un sonido que puede ir de lo más crudo y salvaje, con un buen equipo, hasta lo más suave, sin llegar a los extremos de las Fender, claro está.
Cuanto debemos gastarnos en nuestra guitarra
El presupuesto, como decíamos anteriormente, lo marca todo a la hora de aspirar a comprar una u otra guitarra. Debemos ser conscientes de lo que tenemos y de lo que vamos a poder conseguir con el instrumento.
Si somos músicos semiprofesionales y cobramos por tocar de manera más o menos asidua, la guitarra no será un gasto, sino una inversión, como el resto del equipo que compremos, así que podemos aspirar a más.
Si vamos simplemente con la intención de aprender y luego ya veremos, el presupuesto seguramente sea más limitado y las guitarras a las que podremos acceder serán más económicas.
De entrada,
comprarnos una Ibanez, una Squier o una Epiphone de la gama media-baja puede ser una buena solución, ya que el gasto no superará los 300-400 euros y tendremos un instrumento equilibrado en cuanto a la calidad de sus componentes, ofreciéndonos un buen sonido.
Podemos conseguir estas guitarras por mucho menos, por supuesto, si acudimos al mercado de segunda mano. En los portales de anuncios clasificados encontraremos cientos de anuncios cada día sobre instrumentos a precios increíbles, aunque evidentemente, si están bien cuidados y perfectos saldrán algo más caros.
Si finalmente nos decidimos por
comprar una guitarra de segunda mano en este tipo de portales, es esencial poder probarla, así que lo mejor es buscarla en nuestra propia ciudad o en un lugar al que no nos cueste mucho ir para comprobar su estado y tenerla en nuestras manos, para sentir esa comodidad de la que hablábamos al principio.
Si encuentras la ganga de tu vida pero está en la otra parte del país, puedes exigirle al vendedor que te grabe un video con el sonido de la guitarra, y mostrándotela por completo, con cualquier tipo de rasguño o defecto, si lo tuviera, para evitar sorpresas desagradables.