Hacer deporte es uno de los hobbies favoritos para muchos hoy en día. El ritmo de vida tan ajetreado que llevamos, el estrés y los problemas que vienen causados por ir siempre corriendo a todos lados provoca que necesitemos evadirnos de alguna forma. Y
no hay ninguna tan sana y beneficiosa como entregarnos al deporte, da igual la disciplina que sea. Algunos empiezan a correr, otros prefieren la bicicleta, para muchos son los partidillos en la liga local con los amigos…
Hacer deporte siempre es una buena forma de descargar tensiones y mantenernos en forma.
Sin embargo,
hay muchos que ven en el deporte algo más que un simple hobby. Su pasión llega a tanto que se plantean seriamente hacer de ello su trabajo, convirtiéndose no ya en
deportistas de élite (aunque algunos casos también hay), sino en
profesionales del deporte en otro tipo de tareas, como pueden ser entrenador personal o profesor de educación física, por ejemplo. Esta gente
ha conseguido encontrar su vocación y buscan trabajar en aquello que más les gusta, disfrutando de su trabajo y de su vida por completo. Y aquí vamos a dar las claves para conseguirlo.
Una pasión que puede convertirse en vocación
Desde muy pequeños,
los niños sienten que el deporte es algo importante en esta vida, ya que así se les inculca desde los primeros cursos del colegio.
La clase de educación física y gimnasia suele ser una de sus favoritas, porque la mayoría de veces se la toman como un auténtico juego. Y es que después de estar encerrados en aulas todo el día, salir al patio a correr, a jugar a la pelota o simplemente a moverse es una bendición. Por eso
muchos quieren ser deportistas de mayores, habiendo encontrado su vocación desde muy jóvenes.Con el paso del tiempo, esto puede ir cambiando o acrecentándose aun más, dependiendo del crío.
Hay chicos y chicas que sienten que no han nacido para estar metidos en una oficina durante toda su vida trabajando en algo que no les llama la atención, y se dan cuenta de que el deporte es algo que les encanta y se les da bien. Es el primer indicador de que
pueden estar en el camino de convertir su pasión en su trabajo. Y en estos tiempos no resulta tan complicado como parece.
Salidas para vivir profesionalmente del deporte
Llegado el momento,
la persona que quiera dedicarse profesionalmente al deporte debe tomar ciertas decisiones sobre el camino que va a tomar. Por norma general, suelen ser chicos y chicas que han estado practicando deporte toda su vida, al menos de manera amateur, y
tal vez a la edad en la que deben tomar las decisiones ya cuentan con cierto futuro dentro del deporte profesional. Pero también hay muchas otras alternativas a través de los planes de estudio, que cada vez se enfocan más a crear profesionales para las facetas más físicas del deporte.
Entrenador/a personal
Uno de esos puestos que
siempre han existido, pero que en los últimos tiempos está ganando muchísima fama, ya que se ha extendido la práctica de
contratar a un entrenador personal entre la gente más o menos acomodada.
Gracias a los precios que hoy en día se pueden pagar por estas clases, los entrenadores personales ya no viven solo de los ricos, sino también de la gente que quiere hacer de su vida algo mejor a través del deporte.
Serlo de forma independiente les permite además poder trabajar para muchos clientes diferentes. Para ello deben estudiar y prepararse de manera específica.
Masajista deportivo
Otra de las posibles salidas más interesantes dentro del mundo del deporte es
convertirse en masajista o quiromasajista deportivo, especializado solo en esa labor o como parte del trabajo de preparador físico. Este tipo de perfiles
se dan mucho ya no solo en los clubes importantes, sino también en los locales, e incluso muchos gimnasios y centros deportivos están contratando a preparadores y recuperadores físicos para ofrecer un extra a sus clientes.
Es un perfil muy demandado últimamente al que se puede acceder estudiando la propia carrera o también a través de diversos cursos especializados.
Deportista profesional
Cuando uno piensa en llegar lejos en una disciplina deportiva sueña con conseguir los máximos títulos posibles, medallas olímpicas, campeonatos mundiales, etc...
Si bien es cierto que luego son pocos los que llegan, muchos deportistas pueden vivir perfectamente de lo que hacen, eso sí, sin llegar a ser excesivamente ricos. Dependiendo del deporte que practiquemos, la repercusión será mayor o menor, y en relación a ella vendrán los
ingresos, a través de premios por victorias, de patrocinadores o incluso de becas estatales para deportistas de élite y profesionales. Esto conlleva un sacrifico importante, pero si estamos seguros de que queremos llegar lejos y ponemos todo nuestro esfuerzo, la meta estará más cercana.
Profesor de educación física
Muchos de los que disfrutan haciendo deporte deciden tomar esta vía, por ser una de las más seguras una vez conseguidas, y también por combinar su pasión por el deporte con la pasión por enseñar. Cada año,
las facultades se llenan de aspirantes a profesores de educación física, cursando la carrera de Preparación Física o alguna similar. Pero ya no basta con eso. Los cursos, los másteres, también cuentan. La especialización abre nuevas puertas, y nos prepara también para las
oposiciones, en caso de que nuestro deseo sea entrar a trabajar en la escuela pública.
Consejos para hacer del deporte nuestro modo de vida
En un mundo tan competitivo como el nuestro,
cada vez es más difícil destacar, puesto que las nuevas generaciones vienen cada vez mejor preparadas. La importancia del deporte se ha inculcado desde hace años y
estos nuevos profesionales llevan toda su vida practicándolo, por lo que están en muy buena forma. El deporte se puede convertir en algo central en nuestra vida, no solo como hobby, sino como trabajo, pero
para ello debemos ser capaces de mostrar que podemos ofrecer algo diferente, algo único y distinto.
Ser conscientes del esfuerzo que requiere
En esta vida nada sale gratis.
El esfuerzo mental o físico que todos debemos realizar para salir adelante dependerá de cada uno, del tipo de vida que haya escogido. En el caso de los deportistas, la mayoría de ellos deben combinar precisamente los esfuerzos físicos de su propia actividad con los mentales de tener que
estudiar para prepararse a fondo.
El sacrifico puede ser absoluto en aquellos deportistas de élite que necesiten llevar una vida prácticamente monacal, sin salir antes de las competiciones, con dietas estrictas, sin probar el alcohol, etc… Hemos de ser conscientes de la dureza de ese sacrificio pero también de la gran recompensa que obtendremos a cambio.
Rodearnos de personas de confianza si vamos a ser profesionales
Si encaminamos nuestros esfuerzos a
convertirnos en auténticos profesionales de nuestra disciplina, con todo lo que eso conlleva, tendremos que estar muy bien acompañados no solo para pasar los malos momentos y disfrutar de los buenos en compañía, sino también para
saber rodearnos de cara a posibles aprovechados que intenten conseguir algo de nosotros que nos les corresponde. Se han dado muchos casos de representantes que solo buscaban su propio beneficio económico, por encima del de su representado, o de su propio futuro deportivo.
Conocer y confiar en la gente que tenemos al lado es primordial.
Nunca dejar de aprender
La
formación de un deportista, como la de cualquier otro trabajador cualificado, debe ser continua. Esto significa que por más que ya tengamos un título que represente nuestros conocimientos sobre una determinada materia,
debemos seguir aprendiendo y formándonos, conociendo más a fondo cada aspecto relacionado con nuestro trabajo. Cada año aparecen nuevas formas de entrenamiento, nuevos métodos de recuperación física, nuevos sistemas para la preparación deportiva…
Conocerlos es llevarle ventaja a todos los que simplemente se limitan a mostrar un título conseguido tal vez hace décadas.
Ser conscientes de nuestros límites físicos
Muchos grandes deportistas se han quedado en la estacada por culpa de las
lesiones. Y es que es algo que trataremos de evitar por todos los medios, a través de buenos entrenamientos y de
cuidarnos lo máximo posible, pero a veces es muy complicado no caer en una de estas lesiones tan dañinas. También hay que tener en cuenta
el esfuerzo extremo que estamos haciendo vivir a nuestro cuerpo durante sus años de formación y juventud, algo que puede llegar a pasarnos factura el día de mañana si no dosificamos en cierta manera esos esfuerzos y los mantenemos dentro de los límites aconsejables.
Seguir amando el deporte siempre
Todos hemos conocido esos casos en los que nos encontramos con
entrenadores personales o con profesores de educación física que parecen haber perdido la auténtica pasión por su trabajo y que se mantienen en él solo por trabajar en algo, por el simple beneficio económico que les reporta. Convertir el deporte en tu modo de vida puede ser un arma de doble filo, porque
vivir de lo que más te gusta es una maravilla, siempre que las cosas vayan bien. En caso contrario, el efecto podría ser justamente el opuesto, llegar a odiar algo que siempre nos había encantado, por convertirse en una rutina.