Como muchas otras cosas en la vida, las modas siempre vuelven, como sucedió con los pantalones campana, las faldas de tubo, o aquellas camisetas que dejaban el obligo al aire, también conocidos como crop tops.
Muchas personas en algún de su vida han comprado una prenda de vestir con motivo de una ocasión especial como una boda o un cumpleaños. Sin embargo, después de usarla para aquella ocasión, la han dejado en el armario sin darle un mayor uso, por lo que su apariencia podría hacerla pasar por una prenda recién comprada.
Ha pasado algún tiempo, y puede que tus gustos o tu talla hayan cambiado por lo que volver a ponerte dicha prenda es algo que has descartado, al menos, a corto plazo. Por si fuera poco, no tienes a nadie a quien regalarle dicha prenda por lo que una vez más tiene dos opciones, conservarla a modo de recuerdo de aquel evento especial, o sacar partida económica de una prenda que, al fin y al cabo muy dentro de ti sabes que no vas a volver a utilizar.
Si finalmente te decantas por esta opción has de tener una serie de cosas en cuenta:
1º Su precio dependerá en gran medida del estado en el que se encuentre. Así pues, muchas personas puede considerar de muy mal gusto vender trajes que tengan alguna mancha o agujero, si es el caso, plantéate la posibilidad de llevarlo a una tintorería o cocerlo. Si tras esto las imperfecciones continúan puede que no te quede más remedio que quedarte con dicha prenda.
2º En caso de que la prenda se encuentre en perfectas condiciones, entonces su precio lo definirá la firma de moda que lo haya creado, así como la oferta y la demanda que existan para dicha prenda. Tomate unos minutos para buscar en la red si se trata de una prenda cotizada o no, eso te ayudará a estimar su precio, aunque eso sí, no te olvides de que es una prenda usada, por lo que siempre tendrás que rebajar su precio con respecto al que pueden encontrar por prendas similares en las tiendas físicas.
3º Cualquier prenda de ropa no puede ser vendida. Con el boom de la compra-venta de segunda mano, muchas personas pueden llegar a creer que cualquier prenda es válida para ser vendida, lo cual es un error. Los vestidos de fiesta, los zapatos con muy poco uso, y los complementos de vestir, causan mucho más furor en los portales de segunda mano que otras prendas alternativas, por lo que antes de poner a la venta tu ropa de segunda mano, pregúntate si realmente puede haber alguien interesado en comprarla.
4º Los bolsos con una óptima apariencia venden mucho más que las prendas de vestir. Existen personas que tienen ciertas reticencias en vestir ropa que ya haya sido usada por otra persona, sin embargo, dichos prejuicios se eliminan si estamos hablando de bolsos. Así pues, es mucho más probable que encuentres alguien interesado en comprar tu bolso (siempre que se encuentre en buenas condiciones), que en hacer lo propio con cualquier otra prenda de vestir.
5º Las ropas de uso cotidiano no suelen venderse en los portales de segunda mano. Aunque siempre pueden haber excepciones, lo normal es que aunque dicha ropa esté en perfectas condiciones, resulta bastante más complicado vender blusas, camisetas, vaqueros y faldas tradicionales en la red, que hacer lo propio con vestidos de fiesta, vestidos de noche, vestidos de fiesta o ropa de marca.
Así pues, en tus manos queda deshacerte de aquella prenda que compraste para una ocasión especial, y que te entristece ver como sigue cumpliendo meses y años en el interior del armario sin más uso que el que le diste en aquella ocasión.