Aunque
el turismo de sol y playa sigue siendo masivo en nuestro país, algo natural teniendo en cuenta que somos una península y uno de los países con más horas de sol del mundo,
el turismo rural también se está convirtiendo en una gran alternativa en los últimos años, llevando mucha vida a pueblos que hasta ese momento habían permanecido casi olvidados, dedicándose simplemente a los cultivos y poco más.
Con el turismo rural, zonas enteras han conseguido ganar fama y tener una nueva fuente de ingresos para su progreso.
Las casas rurales son el exponente máximo de este tipo de turismo, ya que en ellas podemos disfrutar del contacto directo con la naturaleza (principal objetivo para escoger este tipo de turismo), y además estamos a nuestro aire, sintiéndonos como en casa.
Los apartamentos y hoteles rurales también están muy bien, pero la sensación de intimidad ya no es la misma. La opción de las casas rurales es la favorita para la mayoría de turistas, y por eso han aparecido cientos de ellas por todo nuestro territorio, la mayoría cercanas a parques o entornos naturales visitables,
haciendo que este turismo no sea solo para descansar, sino también para caminar y conocer nuevos lugares.
¿Qué tiene de especial el turismo rural?
Algunos tienen serias reservas a la hora de escoger este tipo de alojamientos para pasar unos días de descanso, o incluso sus propias vacaciones.
Por propia inercia, pensamos siempre que esos días los tenemos que pasar en la cosa, rodeados de otros miles de turistas en playas sobreocupadas, tratando de encontrar hueco en restaurantes hipersaturados, en destinos en los que pocas veces encontramos algo realmente especial más allá de la propia playa y el ambiente costero y veraniego que allí se crea.
No hay duda de que el turismo rural apunta a algo muy diferente. Es más adecuado para los que buscan la tranquilidad de un lugar en el que no haya tanta gente, el auténtico descanso, el contacto directo con la naturaleza… y todo ello a un precio que suele ser menor al de los hoteles en temporada alta, y con la ventaja de que al contrario que los destinos costeros, los rurales están “abiertos” durante todo el año.
Algunos lugares son perfectos en otoño o invierno, y otros más apetecibles en primavera y verano. La oferta es inmensa, desde luego, y siempre tendremos un sitio especial que conocer.
Razones por las que alquilar una casa rural
No creemos que haga mucha falta convencer a nadie para que elija acudir a un destino rural en lugar de al típico destino de costa.
Evidentemente cada cual tendrá sus preferencias y por más que podamos decir nosotros, el que prefiera el mar y la playa seguramente se aburrirá en una casa rural. Pero para el que todavía esté dubitativo y no sé exactamente si debería o no hacer esa escapada que sus amigos están proponiendo, aquí
unas cuantas de razones por las que debería animarse.
Ubicados en entornos rurales preciosos y muchas veces en las lindes de auténticos paraísos naturales,
los destinos rurales nos permiten entrar en contacto con esa naturaleza que se perdió hace tanto tiempo en las ciudades (y también en los pueblos de alrededor). Poder pasear por bosques milenarios, subir montañas,
hacer senderismo entre cascadas o conocer la historia de ese pueblo antiquísimo cuyo casco antiguo es una auténtica obra de arte son solo algunas de las opciones que podremos elegir si finalmente nos decidimos por uno de estos destinos rurales, y más si elegimos una casa rural, donde estaremos a nuestro aire.
Mayor intimidad y comodidad
Ya comentamos al principio que
existen otro tipo de alojamientos rurales aparte de las casas, pero todo el que los ha probado admite que no es lo mismo. Tal vez para una pareja de solo dos personas, una casa es demasiado grande, y la opción del hotel rural sí sea mucho más acertada. Pero
si es un grupo amplio, o una familia de al menos cuatro personas, la libertad y la comodidad que te ofrece el alquilar una casa rural no tiene nada que ver con el resto de alojamientos que encontraremos por allí.
Unas vacaciones más económicas
El precio de este tipo de destinos no es tan alto como el de costa, sobre todo por el hecho de que están abiertos durante todo el año y sus dueños pueden alquilarlos en cualquier momento. Eso sí, en fiestas especiales, como Semana Santa, Navidad y puentes, los momentos más típicos para hacer escapadas de este tipo, el precio de las casas rurales puede subir bastante. De todos modos,
no llega ni de lejos a lo que podría costar el alojamiento para todas esas personas en un hotel de la costa. Para unas vacaciones más económicas y especiales, nada mejor como un destino rural.
Consejos a la hora de alquilar una casa rural
A la hora de alquilar una casa rural debemos tener tanto cuidado o incluso más que cuando viajamos a un hotel, ya que en estos grandes resorts lo normal es que tengamos que tratar con enormes empresas que, por lo general, tenderán a darnos la razón en todo, siempre dentro de unos límites. En el caso de las casas rurales,
estamos acudiendo a una vivienda propiedad de una sola persona, que por lo general buscará mantenerla lo más cuidada posible. De ahí que debamos tener en cuenta algunas cosas.
No engañar con el número de personas
Aunque es algo bastante común en muchas escapadas,
no deberíamos engañar con el número de personas que vamos a meter en la casa. Si decimos que vamos seis, vamos seis, y no diez, puesto que en caso de ser descubiertos el dueño tendría todo el derecho a pedirnos que nos vayamos y cobrar toda la estancia.
Hemos de estipular muy bien este tipo de condiciones antes de alquilar la casa, porque en otras ocasiones el dueño cede la casa y siempre dentro de unos límites, permite que haya toda la gente que queramos en ella.
Que no esté demasiado alejada del pueblo
Ya que vamos a perdernos en la naturaleza, nos perdemos de verdad, buscando una casa que esté a kilómetros de cualquier otro lugar habitado…
¿pero y si ocurre algo y necesitamos acudir al pueblo por alguna emergencia? Por precaución, buscaremos
destinos rurales que no estén demasiado lejos de algún hospital o al menos algún centro médico, puesto de la guardia civil o la policia, por lo que pueda pasar. La experiencia rural será la misma, pero nos guardamos las espaldas.
Estipular bien los conceptos de devolución de la fianza
Normalmente, en este tipo de alojamientos
se suele cobrar una fianza que siempre es devuelta a los visitantes si han mantenido todo en su lugar. Es una especie de seguro que el dueño tiene para evitar robos o destrozos en la vivienda. Debemos estipular perfectamente qué tipo de “destrozos” entran dentro de la no devolución de la fianza, porque
en ocasiones el hecho de encontrar el sitio un poco sucio ya sirve al dueño para quedarse con nuestro dinero. También debemos aceptar por ambas partes un inventario de todo lo que hay de valor en la casa, para revisar que, a nuestra marcha, siga todo en su lugar.
Dónde encontramos las mejores casas rurales
El boom del turismo rural ha permitido el
nacimiento de un montón de destinos rurales en todo nuestro país. Podemos encontrar casas rurales en todas nuestras provincias, desde algunas a pocos kilómetros de nuestra casa hasta las que están en los montes perdidos de tal o cual provincia. El caso es encontrar la que mejor se adapte a lo que buscamos.
Una fiesta de fin de año cerca de casa pero en la sierra, una escapada romántica junto a ese bosque tan especial, una experiencia gastronómica en aquel pueblo tan conocido por sus platos típicos… Sea lo que sea, siempre habrá varias opciones para escoger.
Buscaremos las mejores casas rurales en las plataformas dedicas a ello, páginas que solo recogen alojamientos de este tipo, para encontrarlos más fácilmente. Allí podremos comprobar también la calificación que otros visitantes han dado a esas casas rurales, y ponernos en contacto directo con su dueño. Así mismo,
las plataformas de alquiler de alojamientos en general también suelen contar con cada vez más casas rurales, al ser destinos muy demandados por los propios clientes.
Por último, tampoco podemos dejar de mirar en
las típicas páginas de anuncios clasificados, donde igualmente podremos encontrar muchísimas opciones en cuanto a casas rurales, a veces incluso a precios más económicos, ya que no habría intermediarios, sino contacto directo con el dueño del establecimiento rural. Utilizando bien los filtros que estas páginas nos ofrecen no tardaremos demasiado en
encontrar la casa rural de nuestros sueños, con chimenea o piscina, según la época del año, con un dormitorio o con cinco, dependiendo de la gente que vayamos, pero sobre todo, con ese encanto especial que solo tienen los alojamientos rurales.