Desde que el ser humano tiene uso de razón, siempre ha mirado al cielo con una fascinación irresistible. Y es que allí arriba, en las estrellas, se han creado todos nuestros mitos, nuestros dioses, nuestras fantasías, nuestros sueños… Cuando descubrimos que había mucho por explorar ahí fuera, el ser humano cumplió con su anhelo de llegar primero a la Luna y más tarde, con robots y otros artilugios, a los confines de la galaxia. Hoy sabemos que solo somos una pequeña mota de polvo, un grano de arena en una inmensa playa infinita.
La fascinación por descubrir qué esconden las estrellas sigue siendo hoy en día algo común a la mayoría de los mortales. Tal vez pueda parecer que todo está ya descubierto, pero la simple contemplación de un cielo despejado de noche hace que nos planteemos muchísimas preguntas, como cuando miramos a la inmensidad del océano y nos sentimos pequeños. Es como si lo pusiéramos todo en perspectiva. Hoy en día, además, uno puede convertirse en un auténtico astrónomo desde su propia casa, gracias a toda la información existente sobre este tema y a los telescopios cada vez más avanzados que se venden hoy en día.
Breve historia de la astronomía, el hombre mirando a los cielos
Ya desde varios siglos antes de Cristo,
muchos protocientíficos trataron de investigar lo que ocurría ahí arriba, en la bóveda celeste. Por supuesto, para ellos la mutabilidad de las estrellas, el sol y la luna se debía a la acción de los dioses, pero
supuso un buen punto de partida para todo lo que vino después. Durante el oscurantismo de la Edad Media, en la que se perseguía cualquier atisbo científico,
fueron los musulmanes los que adelantaron un poco en el estudio de los cielos, retomados posteriormente por Alfonso X el Sabio como parte de su Biblioteca del saber en Toledo.
El punto de inflexión lo marca
Nicolás Copérnico, apostando por un sistema en el que el Sol permanecía inmutable en el centro y todos los demás astros, incluidos los planetas como el nuestro, giraban alrededor de él.
Galileo llevó esta teoría más allá gracias a la construcción del primer telescopio, con el que pudo comprobar que las ideas heliocentristas eran correctas, lo cual le enfrentó incluso a la Iglesia Católica. Sin embargo, las posteriores investigaciones le darían la razón.
Durante los siglos posteriores se han ido descubriendo numerosos astros, estrellas, lunas, planetas… gracias a estos conocimientos.
La
exploración espacial llevada a cabo en el siglo XX permitió conocer mucho mejor todo el universo que nos rodea. Gracias a las teorías de
científicos como Carl Sagan, Stephen Hawking o Neil DeGrasse Tyson, la ciencia ha avanzado muchísimo en este aspecto en las últimas décadas, y además, ha llegado a todo el mundo,
por la labor divulgativa de estas personas, que se han encargado de imbuir en todos nosotros esa fascinación ya innata, pero seguramente algo olvidada, de mirar a las estrellas con emoción, haciéndonos preguntas.
¿Qué necesito para ver bien las estrellas?
Hoy por hoy, la astronomía es para muchos una afición más. Claro que podemos tratar de llegar a ser astrónomos, o astrofísicos, estudiando una carrera y formándonos para alcanzar ese sueño, pero para la mayoría de los mortales, coger un telescopio y tratar de encontrar una estrella o una constelación determinada ya es suficiente diversión. ¿Qué necesitamos realmente para disfrutar de la observación del cielo? Nosotros hemos recogido los puntos clave para conseguirlo, y no tienen que ver solo con los utensilios, sino también con las condiciones, que son seguramente lo más importante.
Un buen telescopio
Posteriormente nos extenderemos más sobre estos objetos, las herramientas perfectas para poder disfrutar del avistamiento de los cielos en una buena noche, pero es obvio que son imprescindibles si queremos ver más allá de donde alcanza nuestra vista. En los últimos tiempos, los telescopios han sufrido una interesantísima evolución que los ha llevado un paso más allá, consiguiendo que sean muy potentes y a la vez económicos, lo que ha abierto la veda para que muchos más puedan acceder a ellos y hacer de la astronomía un hobby real como cualquier otro.
Cielo despejado
Nuestra herramienta de trabajo, el telescopio, será importantísimo para tener una buena noche de astronomía, pero por más que tengamos el mejor telescopio del mundo, si las condiciones del cielo no son buenas… Es obvio que la mejor noche para observar los astros será aquella en la que el firmamento esté completamente despejado. Si queremos disfrutar de la luna en todo su esplendor, buscar los periodos donde esté creciente o llena es lo más adecuado. Pero si buscamos otros astros, constelaciones y estrellas, cuanta menos luz nos aporte la luna, mejor, porque así tendremos mejores condiciones para observar todo lo demás en una adecuada oscuridad.
Un lugar alejado de contaminación lumínica
Lo ideal es contemplar el firmamento desde un lugar alejado de todo tipo de contaminación lumínica, para que la oscuridad del cielo se pueda disfrutar de una manera mucho más especial. Eso significa alejarnos de las ciudades y núcleos urbanos más grandes. Tampoco hace falta irse al medio del bosque, pero si vivimos en un pueblo y podemos alejarnos unos kilómetros a las afueras, seguro que notaremos muchísimo la diferencia. Y si el lugar desde donde estamos observando el firmamento está en alto, mejor que mejor, para no tener ningún obstáculo a la hora de contemplar la bóveda celestial.
Eligiendo el telescopio perfecto
Pongámonos en situación. Vivimos en un sitio perfecto para la contemplación de los astros, donde además no suele haber mucha luz de noche. A simple vista, las estrellas nos maravillan, pero sabemos que con un buen telescopio podríamos encontrar muchas más y disfrutar a lo grande de todo eso. ¿Cómo elegir nuestro telescopio? Esto dependerá también de nuestras opciones y lo que busquemos. Hay telescopios de todo tipo, desde profesionales a mucho más amateur. Aquí te damos algunas claves para escogerlos.
Peso, tamaño y montaje
Si vamos a utilizar nuestro telescopio siempre en el mismo sitio, en nuestro cuarto o nuestra azotea, por ejemplo, esto no tiene demasiada importancia. Pero si vamos a ir yendo de un lado para otro, buscando el mejor lugar para ver las estrellas, el tamaño y el peso de nuestro telescopio serán importantísimos, porque nos permitirán llevarlo más lejos si es más pequeño y manejable. La facilidad de montaje también es un punto a favor.
Lentes
Las lentes son imprescindibles para obtener una experiencia aceptable con nuestro telescopio. De su calidad dependerá hasta donde podremos ver, sus aumentos, sus posibilidades… Los telescopios más pequeños están limitados en este sentido, pero los medianos y más grandes sí que llegan a 500 o incluso 700 aumentos. Conviene ver que las lentes son de montura estándar, para cuando haya que cambiarlas.
Manual o automático
En los últimos años
se han puesto de moda telescopios como éste, que son capaces de apuntar, gracias a la tecnología, hacia el lugar que les indicamos, de forma automática, lo que facilita mucho el encontrar un astro determinado en el cielo. Sin embargo, esto encarece evidentemente el precio del producto y
hace que se pierda esa cierta magia de trastear nosotros mismos durante un buen rato, en busca de lo que estamos deseando encontrar.
Opciones económicas en Eanuncios
La web de Eanuncios también cuenta con numerosas ofertas en lo que a los telescopios se refiere, tanto para profesionales como para los que empiezan en este hobby y prefieren ir probando con opciones más baratas. Aquí traemos algunas de las más interesantes, que seguro que se adaptan a los que estás buscando.
Astro Professional telescopio refractor
Se trata de un
telescopio para principiantes pero con
muy buenas opciones que lo convierte en una verdadera joya, una alternativa perfecta en cuanto a calidad-precio, porque tenemos un telescopio
capaz de alcanzar un aumento muy importante, con buenos materiales y además fácil de llevar de un lado para otro, perfecto para los que están empezando.
Telescopio Meade Infinity
Otro
telescopio refractor que destaca por
su buena construcción, su sencillez de transporte y la calidad de sus lentes. Sirve tanto para mirar al cielo como también para observación terrestre, de pájaros, por ejemplo.
Los refractores se han convertido en muy populares en los últimos años por combinar calidad y buen precio, y además, son perfectos para todos aquellos que quieran dar sus primeros pasos en el mundo de las astronomía amateur.
Telescopio Skywatchernewton
Algo más
encaminado a los observadores experimentados, dado que su calidad y cantidad de opciones son mayores, este telescopio puede ser también una
opción magnífica para aquellos que
estén seguros de tomar este hobby y quieran disponer ya desde el principio de un telescopio potente para observar todo aquello que deseen. Sus lentes ofrecen imágenes muy nítidas, y su construcción, tanto en el telescopio como en el trípode, es de aluminio, por lo que la resistencia está asegurada.
Todo ello por 440 euros, un precio algo más alto que el del resto, pero acorde a lo que ofrece.