Estar en forma es sin duda uno de los deseos más repetidos cuando se acerca el año Nuevo y todos pensamos en lo que nos gustaría hacer para el año siguiente. Es cierto que muchos entienden eso de “estar en forma” simplemente como estar delgados, o al menos bajar algunos kilos. Sin embargo, esa es tan solo una parte de lo que un cuerpo sano proyecta. Y es que
estar en forma, más allá de nuestros kilos o nuestra apariencia física,
supone poder hacer deporte sin cansarnos, tener una tensión arterial dentro de los límites saludables, ser activo y no caer en el sedentarismo…
Todo eso es lo que debemos entender por ponernos en forma, y por desgracia, hay mucha gente que está lejos de conseguirlo.
La vida cotidiana nos hace estar más parados, siempre sentados, en el trabajo o en casa, en sillas o en sofás, cuando no directamente tumbados sobre la cama. Nuestros abuelos, incluso nuestros padres, solían tener trabajos mucho más activos que les permitían mantenerse en forma de manera natural. Nosotros, sin embargo,
debemos contrarrestar todo ese sedentarismo realizando algún tipo de actividad deportiva o acudiendo al gimnasio.
Esa es la opción favorita para muchos, ya que supone algo habitual en nuestros días el dejar una hora para acudir a un centro de entrenamiento, a correr en la cinta, hacer bicicleta estática, ganar resistencia y musculación con las pesas…
Las opciones son infinitas, y desde luego supone una alternativa que puede funcionar para muchos. Pero otros no tienen tan fácil eso de apuntarse a un gimnasio, ya sea porque no disponen de mucho dinero para pagar todos los meses la cuota, o porque tampoco tienen uno cerca de casa al que acudir, o lo más habitual, la falta de tiempo que nos impide hacer lo que realmente querríamos en el día a día.
Sin embargo,
hoy por hoy ya es posible ponerse en forma sin salir de casa, montándonos incluso un gimnasio en nuestro piso con algunas máquinas que nos permitan llevar una vida más sana, sin pagar cuotas, sin tener que coger el coche para ir hasta la otra punta de la ciudad, sin nadie que pueda molestarnos… Y por mucho menos de lo que imaginas.
Las máquinas perfectas para hacer deporte en casa
Algunos ya estarán poniendo el grito en el cielo al hablar de posibles máquinas que podamos tener en casa, porque desde luego la mayoría de viviendas hoy en día no dan para tener este tipo de elementos en ella. Sin embargo,
en los últimos años hemos visto como estas máquinas de hacer deporte se adaptaban a las nuevas viviendas, volviéndose más pequeñas e incluso plegables, para poder ser guardadas en cualquier rincón y luego sacadas a la hora de realizar nuestro entrenamiento.
Existen multitud de máquinas diferentes, pero nosotros
vamos a recomendar cinco máquinas que son perfectas para ponernos en forma sin salir de casa, tanto para aquellos que ya tengan cierto nivel adquirido en el gimnasio, como también para los que empiezan desde cero:
Mejores máquinas para entrenarte que puedes utilizar en casa
Elíptica: se trata de un tipo de bicicleta especial, creada para realizar un movimiento de brazos y piernas mucho más completo que el que podemos realizar en las bicis estáticas normales. Los expertos afirman incluso que,
si sabemos utilizarla correctamente, es mucho mejor que la cinta de correr. El movimiento es adaptable a nuestro propio ritmo y eso también ayudará a los que empiezan de nuevo.
Cinta de correr: Uno de los más habituales que podemos encontrar en cualquier pequeño gimnasio casero,
la cinta puede plegarse para caber en cualquier lugar y luego expandirse para permitirnos correr sobre ella. Adaptable también a nuestro ritmo, es perfecta para empezar poco a poco a coger resistencia sobre todo, y evitar el tener que salir a correr en días lluviosos o con mal tiempo.
Multiestación: Hablábamos anteriormente de cómo
este tipo de máquinas nos sirven para conseguir mayor resistencia, en el sentido de que cada vez que aumentemos un poco más el ritmo lograremos aguantar más y conseguir así estar en mejor forma. La multiestación, sin embargo, viene a entrenar y mejorar nuestra fuerza, algo que también es importante si queremos estar completamente en forma.
Si perdemos kilos corriendo, por ejemplo, los ejercicios con este aparato nos ayudarán a muscular y endurecer nuestro cuerpo, evitando el temido efecto de la piel flácida. Completísimos, aunque algo más grande y aparatoso que los demás, eso sí.
Bicicleta estática: Todos hemos probado alguna vez una bici estática, y
la sensación puede llegar a ser incluso adictiva. Tiene las ventajas de hacer ejercicio pero sin la desventaja de tener que ir con nuestra bicicleta por las calles y carreteras, con el peligro que eso conlleva.
Nos perdemos el paisaje, pero podemos combatirlo viendo cualquier serie o programa que nos guste en la televisión.
Banco de musculación: Imprescindible para aquellos que prefieran
muscular antes que perder kilos, no supone demasiado esfuerzo el adquirirlo ya que es un banco acolchado bastante común, y será perfecto para realizar todo tipo de ejercicios que faciliten esa musculación que buscamos.
Un gimnasio en casa, ¿gasto desorbitado e innecesario?
Para muchos supone una auténtica contradicción el no poder ir al gimnasio por no tener dinero para pagar las cuotas, pero luego comprarnos estas máquinas tan caras. Sin embargo, el precio de las mismas puede no ser tan alto como imaginas, siempre que sepas encontrar buenas gangas. Evidentemente,
en los portales de anuncios clasificados como eAnuncios encontrarás muy buenas alternativas usadas de estos aparatos.
No son como otros productos de segunda mano de los que la gente suele deshacerse cuando ya están rotos o no les sirven. En el caso de estas máquinas, que además suelen ser bastante duraderas,
la mayoría de los usuarios que las ponen a la venta lo hacen por desidia, por no poder utilizarlas tanto como quisieran o simplemente, por tener que cambiar de casa y no poder llevarlas consigo, ganando además algo de dinero con su venta. Cualquiera de nosotros puede aprovecharse de ello y encontrar fabulosas gangas para montarnos nuestro propio gimnasio particular por menos de lo que crees.
Máquinas para hacer ejercicios aeróbicos y anaeróbicos
Hay que tener en cuenta que, de todas las máquinas expuestas arriba, no tenemos que conseguirlas todas, por supuesto. Por ejemplo, podemos elegir entre la elíptica o la bici estática, o incluso entre estas dos y la cinta de correr. Aunque hay variedad de movimientos en ellas y se puede entrenar de forma diferente cada uno, lo cierto es que
estas tres máquinas entrarían dentro de lo que supone el ejercicio aeróbico, es decir, el de
ganar resistencia y mejorar, por ejemplo,
nuestra capacidad pulmonar. Podemos escoger el tipo de ejercicio o máquina que más nos guste y comprar esa, dependiendo también, por ejemplo, del sitio que tengamos en casa para poder ponerla.
En cuanto a los ejercicios anaeróbicos, los que entrenan nuestra fuerza y sirven sobre todo para muscular,
tenemos las otras dos máquinas, tanto el banco de entrenamiento como la multiestación. Esta última será mucho más cara ya que supone un banco de entrenamiento llevado a su máximo exponente, donde se pueden realizar muchos más ejercicios, desde abdominales hasta entrenamiento de bíceps y tríceps, piernas, etc…
Es la máquina más completa, pero también la más grande y cara, por lo que si no solemos realizar todos esos ejercicios y solo nos centramos en abdominales y pesas, por ejemplo, el banco de entrenamiento será perfecto para nosotros.
Combinar el ejercicio con la vida familiar
Muchas personas no pueden salir a correr, ir al gimnasio o simplemente a hacer algo de ejercicio porque tienen que cuidar de su casa, realizar tareas del hogar o estar pendientes de niños pequeños. Si es tu caso,
el hecho de tener un pequeño gimnasio en casa, aunque solo conste de un par de las máquinas reseñadas, puede
ayudar a conciliar la vida familiar con ese ejercicio necesario para que te sientas en forma.
Sesiones de 30 o 45 minutos cada día, con un par de días de descanso a la semana, serán
más que suficientes para que nuestro cuerpo pueda responder sin problemas a cualquier tipo de ejercicio intenso. Si estamos empezando a hacer ejercicio después de un tiempo parados, lo mejor es ir poco a poco, empezar por un par de días o tres a la semana, y con sesiones relajadas, para ir poco a poco aumentado todo eso y coger buen ritmo. Y todo sin salir de casa.
Lo lejos que está el gimnasio ya no será una excusa para no ponerte a hacer ejercicio desde ya. Las cuotas a pagar en cuatro o cinco meses suponen casi lo mismo que comprar una de estas máquinas, que puede durarte años y la cuidas bien. La pereza por no salir a hacer ejercicio al estar el día lluvioso ya no te servirá. Ahora que tienes tu propio gimnasio en la habitación de al lado, solo necesitas ese empujoncito para levantarte del sofá o del sillón y ponerte manos a la obra. En cuanto tu cuerpo comience a producir endorfinas a causa del ejercicio te sentirás mucho mejor contigo mismo y entenderás como esto puede llegar a ser adictivo.