En muchas ocasiones, sobre todo si vivimos en pisos en grandes ciudades, que suelen ser de dimensiones más bien reducidas,
nos encontramos con que el espacio es un problema especialmente grave cuando vamos acumulando cosas con los años. Ese tipo de objetos que parece que nadie sabe por qué están ahí, pero que siempre molestan,
ocupando mucho sitio que se podría aprovechar.
A no ser que tengamos un
buen trastero, cosa complicada, hemos de convivir con esas cosas, a veces por pura nostalgia, otras porque ni siquiera sabemos cómo deshacernos de ellas. Sin embargo, como suele ocurrir,
Internet nos puede dar una buena solución a este problema, simplemente vendiendo a través de la red todo eso que tenemos en casa y nos sobra. Es cierto que no vale vender cualquier cosa, puesto que si está en muy mal estado, las posibilidades de que nos lo compren son muy bajas, pero
siempre tenemos algo viejo que todavía funciona, pero hemos dejado de utilizar. Es el momento perfecto para hacernos con más espacio, y de paso, ganar algo de dinero.
¿Qué podemos vender a través de la red?
Si llevas tiempo navegando por la red de redes te habrás dado cuenta de que
en ella se vende absolutamente de todo. Es el mercadillo más grande que ha existido jamás, con la ventaja de que puedes encontrar cosas de cualquier rincón del mundo, a precios bastante suculentos. Se suele decir que siempre hay alguien interesado en la cosa más extraña que puedas imaginar, así que
si estás decidido a deshacerte de eso que te estorba en casa, ponerlo en Internet es uno de los mejores métodos para venderlo.
Eso sí, lo más habitual es
vender estas diez cosas, que además todos tenemos en casa, y que seguramente podrían ayudarnos a salir de algún apuro económico o permitirnos, gracias a estos
ingresos imprevistos, darnos ese capricho con el que llevamos soñando tanto tiempo.
1. Televisores viejos
La tecnología está avanzando a pasos agigantados también en lo que se refiere a los televisores, y aquel tan moderno que compraste hace cinco o seis años se ha quedado ya anticuado. No es que no funcione correctamente,
pero se queda corto para las nuevas funcionalidades (conexiones HDMI, USB grabador…). Y ahí lo tiene, ocupando sitio en un rincón de cualquier cuarto… cuando podrías venderlo a cualquier interesado en tener una segunda tele en casa, o a
algún experto en electrónica que pueda aprovecharlo para piezas. La única pega con este es el envío, que te ahorrarías si lo vendes solo en tu ciudad.
2. Discos antiguos
La colección melómana de tus padres sigue en casa, cuando ellos han dejado ya de escuchar música hace mucho. Sabes que algunos de esos discos son verdaderamente antiguos, algunos tienen cuatro décadas incluso, y
están en perfecto estado, guardados en sus vinilos… Venderlos por internet puede ser una buena solución para ganar algo de dinero si estás en apuros, y nunca se sabe, tal vez tengas en esa estantería alguna joya por la que se pague mucho dinero y todavía no lo sepas…
3. Libros
Tuviste la fortuna (o la buena visión) de
comprar la primera edición de Harry Potter que salió en nuestro idioma. O tal vez esa edición tan exclusiva de Drácula, o cualquier otro clásico, que hoy vale muchísimo más de lo que a ti te costó. Tal vez
va siendo hora de ponerlos a la venta en Internet, preferiblemente en algún sitio de subastas, para ver hasta donde llega el interés de los compradores por esa pieza de coleccionista. También puedes hacer negocio con tus antiguos libros de oposiciones, o de la carrera, que pueden servir a las nuevas generaciones.
4. Ropa
Todos tenemos
toneladas de ropa vieja que ya no nos ponemos, y que sigue ocupando espacio en nuestro armario, o en algunos casos desesperados, en bolsas en algún rincón de la casa. Podríamos donarlas, si vamos bien de dinero, y seguro que muchos nos lo agradecerían. Pero si estamos pasando una mala racha y nos hace falta algo de efectivo,
podemos también optar por vender toda esa ropa por la red. Hay algunas prendas retro que se han puesto de moda y se venden a muy buen precio, o el siempre clásico caso de las camisetas de fútbol vintage, que también están muy bien pagadas.
5. Muebles
Puede ser uno de los casos más claros para ejemplificar que
la venta de cosas que tenemos en casa nos beneficia no solo económicamente, sino también psicológicamente, al disponer de más espacio en nuestro hogar y también por dejar atrás esos muebles que nos han acompañado durante tanto tiempo, y dar la bienvenida a una nueva etapa.
Desde sillas a sofás, mecedoras o cómodas, cualquier tipo de mueble se puede vender por Internet. Y no tienen por qué estar ajados. Tal vez nos estemos mudando a otra casa más pequeña, o simplemente tengamos la posibilidad de cambiarlos por otros mejores… y esta pequeña ayuda al venderlos nos vendrá de maravilla.
6. Consolas retro
Y no, no hablamos en este caso de la Nintendo 64 o la PlayStation One, sino de auténticas reliquias,
desde la Sega Saturn hasta la Megadrive, especialmente si han sido ediciones especiales y vienen con juegos en cartuchos. Hoy en día los amantes de la nostalgia del videojuego son cada vez más, y podrías sacar un buen dinero
vendiendo esa consola que lleva guardada siglos en su caja, después de que otras mucho más modernas la desbancaran. Tal vez no vayas a hacerte millonario, pero menos es nada…
7. Aparatos de gimnasio
Todos hemos tenido esa etapa supersana en la que pensábamos empezar a hacer deporte todos los días, y de hecho,
nos compramos una bici estática, o una cinta de correr, para poder hacerlo en casa… Y el tiempo los ha puesto en su lugar, ese rincón oscuro del cuarto, o con un poco de suerte, del trastero. Y aunque funcionan perfectamente, no parece que tengan muchas opciones de volver, al menos a nuestra casa. Pero
seguro que podrás encontrar a un montón de entusiastas deportistas dispuestos a “adoptar” a tus viejos aparatos de gimnasio a un precio razonable, que para ti será como oro caído del cielo.
8. Bicicletas para niños
Enseñar a nuestros hijos a andar en bicicleta es seguramente uno de los más emblemáticos y tópicos momentos por el que todo padre y madre debe pasar. Esas pequeñas bicicletas luego se quedan en casa, o en cualquier lugar, pero ocupando espacio, a la espera de ser montadas de nuevo por niños que, seamos sinceros, ya están demasiado creciditos. Por eso,
nada mejor que ganar algo de dinero y ahorrar también espacio, poniéndolas a la venta a través de Internet, y permitiendo que otros disfruten de esa misma experiencia paterno filial tan tierna.
9. Antigüedades
Tal vez hayan pasado desapercibidas para ti si vives en la misma casa desde pequeña, la misma en la que ha vivido tu familia por generaciones (que tal y como está la cosa, comprar una casa por cada generación no es fácil), pero esas
antigüedades, esos muñecos, esas cajistas y cofres, esos cuadros que siempre has visto en el salón, o en cualquier habitación, pueden valer su peso en oro… o casi.
No es extraño encontrar raras curiosidades entre esas antigüedades a las que apenas le damos importancia, que pueden sacarnos de más de un problema económica y sabemos aprovecharlo bien.
10. Joyas
Es cierto que
solo deberíamos pensar en esto como último recurso, pero como se suele decir, el poder comer está por encima de cualquier otra necesidad, y tal vez en otros tiempos tuviéramos el suficiente dinero como para comprar joyas caras y vistosas, pero las cosas cambian, y desde luego,
vender este tipo de halajas suele suponer un buen apoyo económico si estamos pasando por una mala etapa.
Dónde vender todas estas cosas
Internet está plagado de páginas donde
podremos hacer negocio con estas cosas que nos sobran. Eso sí, lo más habitual es venderlas donde sabemos que encontraremos muchos usuarios interesados en ellas:
Portales de anuncios clasificados
Son los portales donde seguramente vayas a tener más suerte para vender estos productos, ya que
la gente está muy acostumbrada a entrar en ellos tanto para venderlos como para comprarlos, y es habitual encontrar a muchísimos usuarios. Puedes elegir el precio que quieras para tu producto, y eso también es otra ventaja.
Portales de subastas
También muy populares en estos años, en ellos normalmente se coloca un
producto sin precio y dejamos que los usuarios vayan haciendo sus propias pujas, para ver hasta donde llega el precio de nuestro producto. Así podemos sacarle incluso más rédito del que teníamos pensado, siempre que el producto interese a los usuarios, claro está.
Aplicaciones móviles
Son las últimas en llegar, pero están aquí para quedarse, al
tratarse de un medio mucho más rápido y directo de interacción entre usuarios. Siguen la misma línea de los portales de anuncios, solo que en muchos casos, dan preferencia a la cercanía, para encontrar lo que buscas mucho más cerca, o venderlo a gente que tengas en tu misma ciudad.